«Los actores gubernamentales están preocupados por la pandemia y quién se ocupa del futuro», expresó el historiador Ernesto Yepes Del Castillo.
El 27 de enero de 2014, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya determinó que la frontera marítima entre los países de Perú y Chile inicie en el hito número 1 y se proyecte en paralelo hasta las 80 millas marinas.
Tal delimitación no fue tomada a bien por la población debido a que Tacna quedó con una franja de borde costero “seco” y pocas millas de mar en el resto del departamento.
Ante el descontento, en una sesión descentralizada de ministros realizada en el distrito tacneño de Locumba en febrero de 2014, el presidente de turno, Ollanta Humala, prometió a la región, la inversión de dos mil millones de soles en proyectos públicos. Esta promesa quedó establecida en el acta de Locumba
A 7 años de la sentencia de La Haya «no hay voluntad política», expresó el historiador Ernesto Yepes Del Castillo. «Los actores gubernamentales están preocupados por la pandemia, que no está mal, pero quién se ocupa del futuro», dijo a Radio Uno.
“Mientras estamos preocupado no podemos abandonar el futuro, el futuro de Tacna esta en manos de los intelectuales”, afirmó.
Para Del Castillo el futuro de Tacna no debe estar sujeto al expendio de alimentos y recibir a chilenos en casinos.
“¿Vamos a regresar a los restaurantes, las casas de juego? ¿ese es el futuro? (…) hoy es importantísimo que Tacna sea un centro geopolítico y cómo hoy se define el tablero del Perú con respecto al Asia en Tacna”, aseveró.