Luego de 50 años, China vive uno de sus peores momentos ante los estragos de la sequía en la zona norte del país oriental.
Ante la caótica situación, el Consejo de estado que la preside Hu Jintao, y el primer ministro Wen Jiabao elevaron al máximo su nivel de emergencia frente a la falta de lluvias; ordenando que se lleve a cabo todos los esfuerzos posibles para asegurar la cosecha de verano, poniendo sumo cuidado en la zona de cultivo del trigo; principal producto chino.
De igual modo, el gobierno central destinó 44 millones de dólares para la compra de maquinaria agrícola y otros materiales de producción. Asimismo, se ha solicitado a los departamentos más importantes en las regiones locales el incremento de la administración en las tierras de labranza; para que de ese modo movilicen recursos humanos, aseguren el servicio de la tecnología y amplíen las zonas de irrigación.
Otras disposiciones emanadas para contrarrestar la sequía son la construcción de proyectos de recursos de agua, de emergencia y la realización de precipitaciones artificiales para aliviar la escasez de agua y así salvaguardar el consumo del líquido elemento para las personas y el ganado. También hay que sumarle la disposición del Ministerio de Recursos de Agua; quienes de ser necesario, lanzarán un plan de emergencia si la situación lo amerita y aumentarán la supervisión.
A ello se suma, el envío de equipos de trabajo a 8 provincias afectadas por la sequía para debatir los proyectos que permitan combatir el problema y la labor que vienen efectuando doce equipos de trabajo de expertos quienes vienen enseñando a los agricultores trabajos de emergencia.
La inusual sequía se inició el pasado mes de noviembre. Más de 4,29 millones de personas y más de dos millones de cabezas de ganado sufren los estragos debido a la falta del recurso hídrico. Entre un 50 a un 80 por ciento inferiores a lo normal se han presentado las precipitaciones en la mayor parte del norte y centro de China; lo que ha afectado 10mil 300 kilómetros de cultivo.