El Ministerio de Salud (MINSA) continúa con la campaña de vacunación contra la hepatitis B, pese a la contracampaña hecha por ciertos sectores profesionales que criticaron duramente la presencia de derivados de Mercurio en sus componentes, informando inclusive que esto produciría efectos irreparables en los niños y adolescentes que se apliquen las dosis.
La mediatización de afirmaciones de autismo y daños cerebrales y hepáticos hicieron que la iniciativa del MINSA no tenga la repercusión necesaria en el público objetivo, personas entre 2 a 19 años; por lo que el Gobierno Nacional decidió ampliar el límite de aplicación gratuita hasta del 30 de julio al 31 de agosto.
En diálogo con Radio Uno, Víctor Flores, titular del despacho de Salud de las Personas de la Dirección Regional de Salud, señaló que las dosis seguirán siendo puestas en los centros de salud de la ciudad y las zonas periféricas, según el nuevo cronograma y las estrategias que asuman cada uno de los jefes de postas.
El galeno remarcó nuevamente lo dicho por Melitón Arce Rodríguez, viceministro de Salud, durante su última visita a Tacna; que no existen estudios profesionales ni reportes sobre efectos adversos post vacunación, más allá de ligeras fiebres y dolor en el brazo.
Asimismo, resaltó que en el caso de los estudios europeos citados por la denominada Asociación Médica, la relación entre el autismo y el uso del Timerozal, o Etil Mercurio no son concluyentes.
La presencia del Timerozal justamente se justifica –indicó- para garantizar la esterilidad de las dosis, pues actúa como preservante.
PERÚ ZONA ENDÉMICA DE HEPATITIS B
De otro lado, el funcionario del MINSA manifestó que la campaña propuesta en la Capital de la República responde a que según informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) el Perú es zona endémica de la mortal Hepatitis B.
Según cifras, en Cuzco y Andahuaylas 1 de cada 12 personas tiene dicha enfermedad de forma asintomática, convirtiéndose en algunos casos de una hepatitis aguda a una crónica, que conlleva a una cirrosis hepática y finalmente a cáncer de hígado.
La aplicación de la vacuna se realiza en tres dosis, debido a que el sistema inmunológico despierta paulatina y progresivamente a la reacción química.
La meta nacional era de 103,507 personas, lográndose el 55% de ella en la primera dosis y de este 55% sólo el 36.4% continuó con la segunda.
La responsabilidad de la salud de los niños y adolescentes está en los padres de familia, quienes deben firmar una autorización para que los profesionales y técnicos de la campaña actúen. Sin embargo, la lucha contra la Hepatitis B es una política de Estado, lo que le da una característica de obligación ciudadana, recordó Flores al término de la entrevista.
Cabe mencionar que pese a que el público objetivo prioritario son personas entre los 2 y 19 años, el MINSA ha anunciado que los excedentes serán puestos a disposición de adultos una vez termine el cronograma de dosis.
