Humilde madre de familia indicó que vecinos solicitan el desalojo de paradero de mototaxis, pero municipalidad del distrito ignora el pedido y en su lugar procede contra ella.
Comerciante, Miriam Melgar de 50 años.
La comerciante Miriam Melgar (50) acudió a las instalaciones de Radio Uno a fin de justificar la medida de lucha que realizara durante la mañana de este jueves en la avenida La Cultura, lugar donde se encadenó exigiendo no ser desaloja pues es madre soltera y único sustento de sus hijos, entre ellos uno de condición especial.
La madre de familia, aseveró que vecinos de la asociación Villa San Francisco vienen solicitando a la municipalidad distrital de Gregorio Albarracín, desde el 13 de enero, el retiro de mototaxistas de la empresa BAJAJAR instalados en la zona desde junio del 2016. No obstante, en lugar de ello, la comuna optó por proceder contra ella.
Según el memorial firmado por 43 pobladores, los mototaxista ocasionan problemas de estacionamiento a los propietarios de las diferentes viviendas en la Mz 95 (antes 23) y lotes 30 y 01 en la calle Cristóbal Colón, además de provocar altercados violentos con los transeúntes y pasajeros. Motivo por el cual solicitan el traslado de éstos a otro sector.
«El mayor peligro es que se trata de una esquina por donde transita la ruta 10-B existiendo peligro de accidentes al estar ocupado dicho lugar por las numerosas mototaxis», mencionan en el escrito.
“Pedimos a nuestro alcalde ordene por medio de quien corresponda el retiro inmediato de las mototaxis que ocupan la zona indicada sean de la asociación Bajajar o de cualquier otra asociación”, se lee en el documento entregado por la comerciante.
La mujer pide no ser removida del puesto de trabajo que ocupa desde el 2008. Alegó que debido a su avanzada edad se le es imposible estar empujando su carreta lejos de la zona donde por años viene trabajando.
MALTRATO
Así también aseguró que luego de acceder a deponer su medida de lucha, fue trasladada al municipio con la promesa de que sería atendida por el alcalde Mario Ruiz, pero al llegar a alcaldía, la autoridad no se encontraba en el lugar. La mujer considera este hecho como una burla y espera realmente entrevistarse con el burgomaestre y éste pueda ayudarla a conservar su único sustento de vida.
