Chofer que desató violento accidente podría ser liberado luego de conocerse que examen cualitativo arrojó 0.4 para ingesta de alcohol. Compañeros y familia del occiso alegan que hubo manipulación de los resultados.
Gran cantidad de taxistas rodearon la comisaría Augusto. B Leguía alegando corrupción en el interior. (Foto: Radio Uno)
Si bien quedó confirmado que Junior Alonzo Acosta Barreda (30) ingirió bebidas alcohólicas y pese a ello estuvo al volante del auto placa B5V-187, ocasionando un violento choque contra el taxi de la empresa 300 que tenía como chofer a Efraín Ibáñez Cabrera (40).
Manejar en esta condición – según el artículo 111 del Código Penal- podría costarle hasta 8 años de prisión ya que el taxista, a raíz del accidente, falleció en el nosocomio regional debido a las graves lesiones que presentaba.
No obstante el dosaje cualitativo arrojó 0.4 gramos por litro de sangre lo cual resultaría insuficiente para conducirlo a la cárcel pues uno cae en el delito cuando se registra un grado alcohólico superior a los 0.5 gramos por litro en el caso de vehículos particulares y 0.25 gramos para choferes de vehículos de transporte público
El resultado del análisis desató la indignación y molestia de los compañeros taxistas de Acosta quienes junto a los familiares de éste acudieron en gran cantidad a la comisaría Augusto B. Leguía, rodeando el lugar y reteniendo a la fiscal Kely Choque Ramos a fin de que no libere al investigado. Policías intervinieron rescatando a la representante del Ministerio Público.
Habría indicado que ella no estuvo en el turno de la mañana, sino hubo otro fiscal a cargo del caso.
Encabezados por el gerente general de la empresa 300, Guido Chávez Arce, cerraron las calles aledañas exigiendo justicia y alegando irregularidades en el caso.
A la zona también acudieron miembros de la iglesia Adventista a la cual pertenecía el occiso. Ellos se sumaron a la protesta aseverando que familiares del detenido llevaron unos 1000 soles a la dependencia policial a fin de pagar por el cambio en los resultados del dosaje.
“Familiares, compañeros y amigos viajaremos a Lima, hay corrupción en la comisaría de Leguía por eso queremos las cosas claras”, advirtió el compañero de iglesia del fallecido, Moisés Paniagua quien además solicitó un nuevo análisis a la sangre extraída de Acosta Barreda.
Exigen los videos de las cámaras de seguridad y un nuevo análisis a fin de encarcelar al causante de la tragedia.
El taxista deja tres hijos en la orfandad y uno por nacer. Al respecto, la esposa Felícita Quispe Cueva, además denunció que fue víctima de maltrato en la comisaría ya que pese a su estado de gestación le negaron el uso del servicio higiénico en reiteradas ocasiones cuando éste se hallaba en perfectas condiciones siendo usado por otros agentes, aseveró la mujer.