La aerolínea Lamia, cuya aeronave se estrelló en Colombia cuando transportaba al club de fútbol Chapecoense y a otros pasajeros, está en la mira de las autoridades bolivianas.
Las honras fúnebres de algunas de las víctimas del accidente aéreo se celebraron este jueves en Medellín.
La autoridad aeronáutica de ese país suspendió el miércoles el certificado y permiso de operación a Lamia, la compañía chárter cuya aeronave se accidentó este lunes con un saldo de 71 muertos.
Era el único avión operativo de la aerolínea y el piloto, Miguel Quiroga, era también uno de los dueños de la empresa.
Pero la aerolínea no es la única que se someterá al escrutinio de las autoridades bolivianas.
El gobierno suspendió a los directores de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea (AASANA).
La decisión se tomó, según el ministro de obras públicas boliviano Milton Claros, para iniciar una «investigación interna» que verifique «no solo las aerolíneas sino todo el sistema de tránsito aéreo», dijo este jueves.
Sin embargo, la prioridad es la investigación al accidente de Lamia, aclaró el funcionario en una rueda de prensa.
El avión, que transportaba a jugadores del equipo de fútbol brasileño Chapecoense, dirigentes y allegados del club, periodistas y nueve tripulantes, se estrelló este lunes cerca de Medellín, Colombia.
La aeronave modelo BAE 146 Avro RJ85 no tenía gasolina cuando se precipitó a una montaña cercana a Medellín, dijo el secretario de seguridad de la Aeronáutica Civil de Colombia, coronel Fredy Bonilla.
«Una de las hipótesis más fuertes que manejamos es que la aeronave no tenía suficiente combustible para desarrollar el vuelo desde Santa Cruz de la Sierra», dijo Bonilla en entrevista con la radio colombiana W.
Bonilla dijo que las regulaciones contemplan que una aeronave cuente con 30 minutos de reserva de combustible para aterrizar en un aeropuerto alterno en caso de una emergencia.
El piloto tenía la opción de reabastecer gasolina en Bogotá, señaló Bonilla, pero continuó hacia Medellín.
Lamia solo tenía un año de operaciones con una flota de tres aviones, aunque dos están en mantenimiento.
«Falla eléctrica total»
El funcionario añadió que el piloto declaró a la torre de control una emergencia por combustible a las 21:57 hora local (02:57 GMT) y ocho minutos después, reportó una «falla eléctrica total».
El tráfico aéreo había atendido momentos antes otra emergencia por combustible de una aeronave, pero esta ya había aterrizado para el momento en que la de Lamia alertó de su propia emergencia de gasolina, según Bonilla.
«No hay relación entre una emergencia y la otra», aclaró Bonilla el miércoles.
El aparato trasladaba al Chapecoense a Medellín para disputar la final de la Copa Sudamericana frente al Atlético Nacional.
(BBC)
