(Agencias).- El departamento de Tarija, el mayor reservorio de gas natural de Bolivia, inició el domingo un referendo autonómico, considerado ilegal por el gobierno, que ampliará un poderoso frente de oposición con cuatro regiones rebeldes al presidente Evo Morales. La cadena Unitel, en boca de urna, otorga al Sí el 75% de los sufragios.
El plebiscito en la región boliviana (sur), que alberga el 85% de las reservas de gas de Bolivia, comenzó a las 08H00 locales (12H00 GMT) en medio de tensiones entre sectores leales a Morales y organizaciones civiles que apoyan las autonomías frente al centralismo de La Paz.
Tras el referendo de Tarija, un importante departamento gasífero que aporta con cerca de 13% de los recursos al PIB boliviano y donde es un triunfo del Sí se da por descontado, quedará configurado el bloque autonómico en cuatro regiones tras las victorias en Santa Cruz -que abandera el proceso-, Beni y Pando.
El sufragio, que durará ocho horas continuas, no está autorizado por el máximo tribunal boliviano y es considerado ilegal por el gobierno de Morales, por lo que no reconocerá el resultado de la consulta.
En los poblados rurales de Yacuiba y Bermejo los campesinos leales a Morales cortaron dos importantes rutas que conectan con Argentina para impedir el sufragio, pero muchas mesas comenzaron a funcionar con normalidad, según medios locales.
Los ciudadanos comienzaron a acudir paulatinamente a las mesas de voto en la ciudad de Tarija a pesar de las bajas temperaturas invernales, inusuales en esta región del extremo sur de Bolivia, constataron periodistas de la AFP.
El cierre de la cadena de consultas autonómicas no autorizadas desembocará, según todos los indicios, en una fuerte confrontación entre la derecha, que sustenta las autonomías, y el gobierno de Morales, prolongando la crisis política nacional.
Una fallida Asamblea Constituyente, que debía incorporar las autonomías en un nuevo texto constitucional, aprobó una carta de sesgo estatista, resistida por la derecha y respaldada por Morales, que desencadenó una crisis política que prevalece desde el año pasado y amenaza con profundizarse.
Ese escenario, definido por muchos analistas como de "empate catastrófico", podría dilucidarse el 10 de agosto cuando en un referendo pongan en juego sus cargos el presidente Morales, su vicepresidente y los nueve prefectos, entre estos los cuatro rebeldes de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando.
Otros dos prefectos de Cochabamba y La Paz están adscritos a las autonomías, pero sus poblaciones votaron por el No en el referendo de julio de 2006.
Morales nacionalizó los hidrocarburos en mayo de 2006 y desde entonces los ingresos nacionales por el gas se han quintuplicado. Tarija vio incrementadas sus cifras de 66 millones de dólares anuales en 2004 a 237,4 millones tres años más tarde.
El clima político comenzó a calentarse en la apacible Tarija en el día previo al referendo con un corte de rutas declarado por las organizaciones civiles y campesinas de Yacuiba (281 km al sureste de la capital regional), donde un canal sufrió el sábado un atentado con dinamita que causó algunos daños materiales.
Tarija comparte una extensa frontera con Argentina y Paraguay, cuenta con 391.226 habitantes y un padrón electoral de 173.231 personas. Concentra además el 85% de las reservas de gas boliviano, las segundas más importantes de América del Sur, con 1,36 billones de metros cúbicos.