Médico ecógrafo realizó mal diagnóstico a su hija y ahora no quieren dar solución.
Foto: Radio Uno
Un nuevo caso de negligencia médica se presenta en la ciudad, esta vez en el Hospital de la Solidaridad, donde la ciudadana Fiorella Umpire Cáceres denuncia que médicos del hospital realizaron un mal diagnóstico a su hija sobre unas protuberancias que presenta en el brazo habiendo realizado una cirugía que ahora la ha dejado con la extremidad superior en mal estado.
“Nosotros recurrimos al Hospital Solidaridad ya que nos hablaron de un tratamiento para una inflamación que tenía el brazo de mi hija la cual se produjo hace un año y medio, aprovechando que estaba de viaje acá en Tacna se realizó unos exámenes a ver qué solución le daban,” indicó.
Según refirió la denunciante, su hija se realizó los exámenes el día jueves pasado, la derivaron al médico cirujano el cual solicitó ecografías y exámenes de laboratorio, luego de todo lo requerido se programó la operación para el día lunes 18 de julio. El diagnóstico del ecógrafo, Dr. Becerra fue la presencia de lipomas, unas bolas de grasa.
“El médico cirujano Dr. Medina, dijo que era una cirugía menor y que lo podían hacer entre 30 y 40 minutos con anestesia local, guiándose del diagnóstico del ecógrafo, pasa a mi hija a cirugía y resulta que corta el brazo y no había lipoma,” señaló.
Por otro lado la ciudadana indica que su hija sufrió un desmayo producto de la impresión al ver que el doctor corto el brazo y no había lipoma, sino músculos los cuales empezó a tirar, luego de ello el médico cirujano procede a suturar y cortar el otro costado donde se encontraba la otra protuberancia.
“Sin querer hoy me entero que este señor, el ecógrafo, tiene hartas negligencias y encima trabaja en el hospital Unanue, como puede ser un profesional y cometer estas tremendas negligencias,” acotó.
Finalmente la denunciante mencionó que en el hospital no les han dado una solución a su reclamo así mismo en la comisaría de Leguía no procedieron a atenderla como es debido, «me he decepcionado totalmente, uno va a la comisaría, está llena de policías pero están con los celulares, riéndose, se burlan de uno,” finalizó.
