Tras la exitosa intermediación de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica en la convulsión social suscitada en Moquegua en las últimas semanas, el Obispo de Tacna y Moquegua, Marco Antonio Cortez Lara, resaltó que para el desarrollo de los pueblos es necesario conjugar la paz y la justicia social.
"La paz social con la justicia social son dos platillos de la misma balanza, no se puede hablar de una paz sin el progreso de los pueblos que tiene que revertir a todas las personas", opinó en diálogo con Impacto Primera Edición, espacio noticioso de Radio Uno.
Asimismo, criticó la poca responsabilidad con la que han actuado muchos protagonistas de las protestas en exigencia de la redistribución del canon aportado por la Southern Copper, muchos de ellos otrora enemigos declarados de la minería.
"El año pasado estuvieron muchos satanizando el tema de la minería, y resulta que ahora es otra cosa, se quiere talar el árbol pero quedarse con las frutas y se quiere separar la fruta del árbol como si la fruta viniera de si sola", dijo.
De otro lado, el religioso lamentó que los propulsores de la manifestación hayan hecho prevalecer sus intereses políticos sobre los del pueblo, manipulando el malestar social,
"Ahora estamos sufriendo las consecuencias de eso… basta de estar actuando con el hígado de una manera tendenciosa", manifestó, remarcando que desde hoy en adelante deberíamos pensar en ser plurales y guardar la unidad como región, jamás olvidando el rostro humano de los problemas sociales.
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