Gracias a una tesonera labor de mediación de la Defensoría del Pueblo y la Iglesia Católica, los manifestantes moqueguanos liberaron en el transcurso del día a 38 policías rehenes en la Catedral de la ciudad, incluyendo entre ellos al General PNP Alberto Jordán Brignole, ex Jefe de la XI Dirección Territorial de la Policía Nacional del Perú.
Los buenos oficios de Monseñor Marco Antonio Cortez Lara, Obispo de Tacna y Moquegua, sirvieron para que 12 efectivos salieran librados de su reclusión en horas de la mañana.
Posteriormente, al promediar las 14:00 hrs. el General PNP Alberto Jordán Brignole, hasta ayer Jefe Policial de Arequipa, Moquegua y Tacna, abandonó su condición de rehén y fue conducido hacia Lima vía aérea.
El alto mando policial dialogó brevemente con los medios de comunicación emplazados en las afueras del templo católico, comunicando escuetamente detalles del secuestro sufrido mientras intentaba contener el desborde social de ayer en el Puente Montalvo.
"Envié a llamar al coronel Álvarez, Jefe de Moquegua y fui a la región con 100 efectivos, me fui al lugar atravesando chacras que empezamos a pasar hasta el Puente Montalvo, para tratar de contener a las masas y decirles señores no pasa nada", relató Jordán Brignole.
Asimismo, nuevamente afirmó que la orden de disparar lacrimógenas contra la población no fue emitida por él, ya que en todo momento caviló que era inconveniente arremeter contra 15 mil personas de esa manera.
El General PNP prefirió contar los hechos con un tono condescendiente, seguramente consciente de los excesos a los que se han llegado, sin embargo logró denunciar que fue despojado de sus pertenencias privadas –reloj, celular y billetera- justo en el momento en que pidió disculpas y fue rodeado por un mar humano.
Pero lo más grave y preocupante que alcanzó a decir fue que se entregó a voluntad propia como rehén, en salvaguarda de la integridad de su personal, amenazado de muerte por la masa.
"Nos querían matar y yo me canjee para que no maten a mis subordinados", expresó minutos antes de abandonar la capital moqueguana y dirigirse a Lima, donde sostendrá una reunión de emergencia con el Comando de la PNP y el Ejecutivo.
Finalmente, salieron de la Catedral de Mouegua los 25 restantes.
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