(Efraín Choque Alanoca).- El 13 de marzo del año presente, a raíz del inicio del año académico 2008, escribimos un artículo titulado URGE UNA POLITICA EDUCATIVA DE FRONTERA el mismo que adjuntamos al final del presente. En él se planteaba una serie de medidas urgentes y necesarias para afrontar la descuidada atención que merecen los establecimientos educativos de frontera.
Hoy, la radioemisora tacneña Radio Uno remeció a la ciudadanía regional con la noticia "ALUMNOS DE LA FRONTERA ANDINA DE TACNA SE VAN A ESTUDIAR A CHILE ANTE ABANDONO DE LA DRET", y la situación de apremio y abandono de nuestros connacionales es antigua y se acentuó más en los últimos años durante la dictadura de Fujimori y en lo que va de la gestión actual.
A fines de 1996 cuando el historiador Oscar Panty llevaba adelante un proyecto de revaloración de la cultura andina en la zona fronteriza con Chile y Bolivia, auspiciado por la Universidad Jorge Basadre, y después del deceso de Juan Quispe, quien fue Presidente de la Comunidad de Anccomarca, me reveló que este entusiasta dirigente comunal, muchas veces recibió la invitación y oferta de las autoridades chilenas de aquella zona, para que sus hijos estudiaran en las bien atendidas escuelas chilenas. Y Juan Quispe pese a aquellos ofrecimientos se mantuvo fiel al respeto de los valores de la nacionalidad. Le había dicho al historiador citado que ganas no le faltaban de enviar a sus hijos a aquellas escuelas porque del Perú no recibía nada; al contrario, sólo desprecios y humillaciones de sus autoridades de Tacna, cuando reclamaba el respeto a los derechos ancestrales sobre las aguas y pastizales de las comunidades altoandinas. Eran entonces tiempos de la dictadura pero que hoy solo parece una chapucera continuación.
Señala la nota de Radio Uno que cité líneas arriba "(…) que ante el abandono de las autoridades regionales ya se puede apreciar el cambio de los alumnos a escuelas chilenas, como es el caso de una alumna que se trasladó de la escuela del anexo de Río Caño, ubicada en Alto Perú, hacia la escuela G-32 Ancolacane ubicada en la región Arica Parinacota del país chileno.
Pero no todo queda en ello sino que además el director de la escuela chilena, René Barbeito Mamani, ve en este proceso la posibilidad de realizar apoyos pedagógicos a través del envío de textos escolares y actividades en conjunto incluyendo a otras escuelas de los alrededores."
Este accionar es habitual entre las autoridades chilenas, no de ahora sino desde antes, ellos llaman a eso la "chilenización" de las poblaciones indígenas aymaras. Un libro del estudioso chileno Sergio González (2002)(*) analiza el contexto ideológico de la "chilenización" actual, impuesta por el estado, sobre la población aymara en Arica-Parinacota. Estas y otras medidas entre las que se pueden citar el desarrollo del Programa de Educación Rural del Ministerio de Educación y en lo referido a EIB por el PEIB que el 2003 ha perfeccionado a 1000 profesores rurales en EIB. Otra experiencia han sido las Pasantías al Exterior del Centro de Perfeccionamiento, Investigaciones y Experimentaciones Pedagógicas (CPEIP) del Ministerio del ramo.
Las autoridades y vecinos del extremo norte de Chile, con la reciente creación de la región Arica-Parinacota en octubre de 2007, quieren convertir a Arica en una región "frontera", basados en lo que ellos llaman una "Ubicación geográfica favorable: frontera tripartita ofrece oportunidades de negocios y servicios internacionales (comercio, banca, salud, arte y cultura, creación e innovación tecnológica) y la identidad cultural".(Ver: Gobierno Regional Arica-Parinacota. Informe final de comisión: "bases para el desarrollo regional sustentable).
En nuestro espacio político nacional y regional es diferente el panorama, caracterizado por el letargo y las indefiniciones y la falta de debate en materia social y educativa. Todo viene de arriba hacia abajo. Sin embargo, mucho se puede hacer por resarcir una política de descuido y abandono ancestral de las poblaciones altoandinas y de frontera. A las políticas ya enumeradas en nuestro artículo anterior, habría que añadir la necesidad de formular un verdadero Plan de Desarrollo Regional Educativo de Frontera, pues el actual adolece de muchas limitaciones conceptuales y de coherencia con el Plan Nacional de Educación. Asimismo, y luego de esto, falta formular unos lineamientos curriculares regionales, pero sobre la base del consenso y el debate pleno y de mano con los maestros y sectores vinculados al desarrollo de las políticas públicas. Pero para ello se necesita de la decisión política las autoridades regionales y de un equipo idóneo y capaz de enfrentar el reto.