Taxista fue despedido por familiares, amigos y vecinos en el cementerio municipal del distrito de Pocollay.
(Foto: Radio Uno)
Protestas y exigencias de justicia enmarcaron el sepelio del taxista Evaristo Ninaja. Familiares protagonizaron escenas de dolor, mientras que amigos y vecinos secundaban los llantos con vítores de cárcel para los ochos aduaneros acusados de asesinar al padre de dos hijos.
Los restos de Ninaja fueron trasladados desde el frontis de la Corte Superior de Justicia de Tacna -lugar donde fue llevado a modo de protesta- hasta el cementerio municipal del distrito de Pocollay.
Fue recordado como un buen padre por su hijo, un abnegado esposo por su viuda y un buen vecino y amigo por sus conocidos.
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DECESO
Luego de la autopsia al cadáver del taxista, el médico legista Percy Sucari Cabrera certificó que el deceso se produjo por “shock hipovolémico, perforación cardiaca y pulmonar, y heridas perforantes y penetrantes por arma de fuego”. Es decir, Ninaja recibió varios proyectiles (perdigones) en el cuerpo y tuvo una hemorragia, producto del ataque aduanero producido el miércoles 17 en el sector de Sama las Yaras.
