La imposición de las cenizas marca el inicio de la cuaresma, una estación espiritual particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para vivir el misterio pascual, es decir la pasión, la muerte, la resurrección de Jesucristo.
El vicario general de Tacna, padre Guillermo Purisca, presiden la celebración litúrgica de hoy en la catedral de Tacna. (Foto: Radio Uno)
Hoy la comunidad católica vive el Miércoles de Cenizas, que supone oración, ayuno y abstinencia, para dar inicio a la Cuaresma que son los 40 días de preparación para vivir el misterio pascual, es decir la pasión, la muerte, la resurrección de Jesucristo.
Durante la celebración litúrgica se realizará la imposición de cenizas a los fieles. Esta imposición es una costumbre que nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el cielo, todo lo material que tengamos aquí se acabara pero sin embargo todo el bien que tengamos en nuestra alma lo vamos a llevar a la eternidad
La recordación religiosa, que dará inicio en la fecha, para los católicos dispone a la comunidad para la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor en la próxima Pascua
La Cuaresma es un tiempo de conversión espiritual que se extiende hasta la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, en el Domingo de Ramos, que a su vez marca el inicio de la Semana Santa, que este año cae en abril.
MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO
El papa Francisco pidió este miércoles a los fieles que reaccionen para no acostumbrarse a convivir con los males de la tierra, como la miseria o la pobreza, durante la audiencia general celebrada en la Plaza de San Pedro.
Francisco recordó en su catequesis que desde hoy, Miércoles de Ceniza, se entra en la Cuaresma, el periodo que precede a la Semana Santa, e instó a los fieles a que en este tiempo «recobren la capacidad de reaccionar ante la realidad del mal» y se conviertan «al amor del prójimo».
«No hay que acostumbrarse a las situaciones de degradación, de miseria que encontramos por las calles de nuestras ciudades, de nuestros países, a la violencia, a los hermanos y hermanas que duermen por la calle y que no tienen un techo dónde cobijarse, a los inmigrantes en busca de dignidad…».
Explicó que este periodo de Cuaresma puede servir para «la conversión» de la que todas las personas necesitan «para cambiar a mejor», y añadió: «Salgamos de esta cansada y perezosa costumbre al mal que nos rodea».
«Son comportamientos no cristianos y cómodos, que narcotizan el corazón. La cuaresma es un tiempo para recobrar la capacidad de reaccionar ante la realidad del mal, para la renovación personal y comunitaria que nos acerca a Dios, para mirar con ojos nuevos a los hermanos y a los necesitados. Es un tiempo propicio para convertirnos al amor del prójimo», exclamó.
También lamentó la sociedad en la que «nadie echa en falta a Dios» y en la que «los padres no enseñan a sus hijos a hacer la señal de la cruz».
El papa Francisco se trasladará esta tarde el barrio romano del Aventino para presidir los ritos del Miércoles de Ceniza, como es tradición.
Allí presidirá la tradicional procesión desde la basílica de San Anselmo hasta la cercana de Santa Sabina, donde impondrá a los cardenales las cenizas y las recibirá. (Univision.com)