El número de fallecidos aumentó a 525 en Egipto tras la incursión de las fuerzas del orden en los campamentos de los seguidores del depuesto presidente de Mohamed Mursi, mientras que la agrupación Hermanos Musulmanes anuncian una resistencia sin cuartel.
Simpatizantes de Mursi y la Policía protagonizan violenta jornada. (Reuters)
«Continuaremos con nuestras sentadas y demostraciones por todo el país hasta que la democracia y las reglas legítimas se restauren en Egipto», dijo Essam Elerian, un alto miembro de la organización islamista, de acuerdo a la cadena CNN en Español.
Agregó que nada detendrá la «gloriosa revolución» en Egipto, ni siquiera los más de 500 muertos y miles de heridos en los enfrentamientos más violentos registrados en la historia del país.
Conforme a la web de la agencia estatal EGYNews, hasta el momento se contabilizaron 525 personas fallecidas y más de 3 mil 700 heridas durante los enfrentamientos de la víspera.
Sobre cómo empezó la masacre, depende de a quién se le pregunte. Los manifestantes en El Cairo que simpatizan con el depuesto presidente Mohamed Mursi dijeron que las fuerzas de seguridad tomaron por asalto y arremetieron contra, lo que aseguran, eran unas protestas pacíficas para exigir su restitución.
El gobierno interino, por su parte, aseguró que trataban de dispersar de forma pacífica, pero tuvieron que utilizar la fuerza cuando algunos manifestantes se volvieron violentos.
Periodistas de CNN en la zona narraron que muchos de los manifestantes heridos o muertos estaban desarmados.
La violencia del día anterior se mantuvo este jueves. Según reportes de la televisora estatal, simpatizantes de Mursi atacaron estaciones de policía, hospitales y edificios gubernamentales fuera del Cairo.
