En horas de la mañana el director del hospital regional anunció a través de RADIO UNO que esta tarde serían dados de alta tres pacientes que fueron internados tras la violenta represión en Candarave. Lo que no dijo el funcionario es que estos candaraveños aún se encontraban delicados de salud y que entre los dados de alta estaría también una de las heridas con impacto de bala y otro aun tenía perdigones en el cuerpo. Familiares se encuentran indignados y aseguran que prácticamente los están botando de hospital. Fueron dados de alta cinco pacientes.
Arriesgaron su vida en defensa del recurso hídrico de la región y hoy sienten que han sido olvidados por las autoridades regionales que les prometieron no relegarlos, cubrir las atenciones médicas y velar por su recuperación. Hoy aquellos compromisos parecen haber quedado para la foto.
Y es que hoy fueron dados de alta tres heridos de la violenta represión en Candarave. Una de ellos con una herida de impacto de bala en el glúteo, aún sin curar. Otro con perdigones en el cuerpo que le producen mucho dolor y el otro con fuertes dolores en el cuerpo por heridas aún sin cicatrizar.
Se tratan de personas que el pasado 21 y 22 de septiembre llegaron al servicio de Emergencia del Hospital Regional con el compromiso de que las autoridades cubrirían no sólo los gastos de hospitalización, sino también el costo de las medicinas y exámenes que requeriría el tratamiento y la compra de medicamentos que no habían en el hospital. Hoy esas promesas parecen no cumplirse.
En horas de la mañana el Director Ejecutivo del hospital regional, Hugo Sánchez anunció a RADIO UNO que efectivamente tres de los pacientes serían dados de alta. Sin embargo pareció olvidar mencionar que estas tres personas no se habían recuperado del todo y que además habían sido recetados con medicamentos para los cuales no tienen dinero. En el más triste de los casos, fueron advertidos que serían dados de alta en horas de la tarde, cuando tampoco tienen lugar a donde llegar.
Desgarradores y lamentables testimonios de estas personas aparecen no conmover a las autoridades, quienes tampoco se han acercado a visitar a estos pacientes para velar por su recuperación. Se trata de Edilberto Osco Mansilla, quien resultó con impacto de perdigones, cuyos proyectiles a la fecha no le retiran. Deoadany Mansilla quien fue afectada con una bala en el glúteo y aunque ha presentado mejoría no se encuentra bien del todo. También fue dado de alta Gregorio Catacora López quien aunque sí pudo librarse de los perdigones a manos de los galenos, sufre por fuertes dolores en el cuerpo.
“A mí no me han terminado de sacar los perdigones porque me dijeron que estaba muy profundo. Todavía tengo dos perdigones en el cuerpo, sólo me han sacado tres. Es doloroso que me den de alta sin que me termine de sacar esto. Comprendo lo que me dice el doctor y no puedo obligarlos a que me atiendan. Lo que me preocupa es mi madre que está en Candarave y está sola sin que nadie la atienda”, narró Edilberto Osco.
Por su parte Gregorio Catacora López quien resultó con herida en el muslo izquierdo precisó que aunque le sacaron los perdigones, las autoridades les indicaron que serían bien tratados y atendidos y ahora no tienen dónde dormir.
Según el alcalde de Huanuara, Wilfredo Vargas, las autoridades no han cumplido con su compromiso de asumir los gastos de recuperación de estos heridos ni mucho menos –dijo- han recibido muestras de solidaridad de otras autoridades
“Estas personas se merecen una atención humana. Si las autoridades se comprometen deben cumplir. Con la vida no se puede jugar. Estábamos confiados que esta situación iba a cambiar pero con esta dada de alta, la verdad indigna su actitud”, indicó el burgomaestre.
Además de estos tres pacientes fueron dados de alta Lucía Mamani Mamani, quien resultó con heridas de bala en el intestino y Agustín Suárez Mamani, quien quedó con una desfiguración en el rostro a causa de la cruda y violenta represión policial. Ambos también se encuentran indignados por este retiro al que califican de “obligatorio” por las características de la “alta” pese a que aún no sienten que se han recuperado del todo.
