“Para nosotros, la muerte no es el final del camino sino el inicio de una nueva vida con Dios, por lo que es muy necesario vivir en este mundo con rectitud moral para llegar a este premio como recompensa de una vida intachable” fue parte del extracto de la homilía celebrada por Obispo de la Diócesis de Tacna y Moquegua Monseñor Marco Antonio Cortés Lara en el Día de Todos los Santos.
La misa de oficio se inició a las 10:00 de la mañana en un atrio preparado en las afueras del Cementerio General de Tacna y bajo la atenta mirada de miles de pobladores que se dieron cita hasta el campo santo para visitar y depositar flores a sus difuntos. En ella monseñor Marco Antonio Cortés invocó a los feligreses ser fiel a Cristo y confiar en él como fuente de salvación, ya que al dar la vida por nosotros en el madero nos demuestra que hay vida después de la muerte, tras atravesar un largo camino que nos conducirá finalmente hasta la felicidad.
Dijo además que nuestra existencia debe estar marcada en una vida de peregrinación en la fe, lo cual muchas veces nos cuesta aceptar. Pese a ello debemos sumar esfuerzo por cumplir este cometido ya que nuestra gran recompensa será mirar el rostro de creador y de su hijo Jesucristo.
“ No podemos eludir a la muerte , tenemos que afrontarla como venga , ya que es inevitable. Más es una responsabilidad de cada uno de nosotros de lo que estamos haciendo. Si verdaderamente estamos construyendo ese paraíso prometido y nuestro encuentro con el señor”, remarcó.
Asimismo, el obispo de Tacna y Moquegua en la homilía manifestó que no debe apenarnos la muerte de nuestros seres queridos sino todo lo contrario ya que ellos van en camino de la nueva vida que ofrece Dios.
Para eso- dijo- debemos tener una existencia con rectitud moral y espiritual, prepararnos para lo que vendrá, siendo responsables de las cosas que uno hace; buscando que este mundo a través de nuestras acciones, sea más solidario y justo y teniendo al Creador como un punto de referencia.
Finalmente, dio lectura a una relación de nombres de personas que descansan en paz , a pedido de los familiares que se dieron cita desde tempranas horas de la mañana para depositar flores y coronas de caridad en la tumba que los cobija.