Una vez más las autoridades locales demostraron la orfandad cultural en la que estamos sumidos, ninguna de las instituciones públicas llamadas a promover la música, arte y las letras en Tacna recordó el 78vo aniversario del deceso del ilustre "Cantor del Cautiverio", Federico Barreto Bustíos.
El Gobierno Regional, la Municipalidad Provincial y el Instituto Nacional de Cultura brillaron por su ausencia en el mausoleo del insigne poeta y periodista, sólo la Institución Educativa que lleva su nombre y la I.E. Hermanos Barreto se hicieron presentes con una sentida romería y entrega de ofrendas florales.
"Hay que ver como somos de malos… esto sólo es una demostración de la incapacidad de manejar la cultura oficial en Tacna", criticó el siempre inquisidor Raymundo Huallpa, destacado docente e historiador local.
La importancia de Barreto (1868 – 1929) radica, a decir de Huallpa, en la lucha contra el yugo opresor sureño que aplicó una estrategia salvaje de "chilenización" durante la primera etapa del cautiverio post Guerra del Guano y del Salitre.
Tanto a través de sus versos como de las trincheras democráticas que fueron los periódicos la Voz del Sur y El Tacora, Federico Barreto (y su hermano José María) expresaron la ferviente devoción y fidelidad de los tacneños a su patria: el Perú.
"El Cantor del Cautiverio" editó dos poemarios: "Algo Mío" y "Aroma de mujer", una producción de 266 poemas de corto aliento, es decir fundamentalmente sonetos de 14 versos cada uno.
En ellos recordó la heroicidad del pueblo y la mujer tacneña, influenciados por todos los cruento bélicos que vivenció a muy temprana edad, luego de las batallas del Alto de la Alianza y Arica.
Finalmente, luego de sufrir el destierro de Tacna, de transcurrir los años y de lograr una pensión de gracia por parte del Estado Peruano, Federico Barreto Bustíos emigró a la ciudad de Marsella, Francia, donde falleció un 30 de Octubre de 1929, a pocos meses de que su querida Tacna regresó al Seno Patrio.