Una delegación de menores de la Escuela de Fútbol de Colo Colo de Iquique denunció haber sido víctima de una humillación al ser acusados de robo de un par de camisetas deportivas al interior del terminal Internacional.
Acaban de llegar de Arequipa tras haber participado de un torneo futbolístico y se encontraban listos para retornar a su país natal cuando sucedió un hecho imprevisto para la delegación de menores de la Escuela de Fútbol Junior del Colo Colo.
Antes de embarcarse rumbo a Arica y empalmar a la ciudad de Iquique, un grupo de menores decidió realizar unas compras en una de las tiendas apostadas al interior del Terminal Internacional. Al escoger qué comprarían y finalmente optar por algunas camisetas deportivas, los menores se retiran del recinto en compañía del encargado de la delegación Luis Pedraza.
Sin embargo antes de reunirse con sus pares, son alcanzados intempestivamente por la comerciante que minutos atrás le había vendido las camisetas y ésta los acusa de haberse llevado dos prendas de 10 nuevos soles cada uno. De inmediato Pedraza, de nacionalidad chilena niega las acusaciones y la comerciante opta por convocar a personal policial para que efectúe el registro de las pertenencias de los menores ante la atónita mirada de los pequeños jugadores que no entendía qué sucedía.
Es en este momento en que Luis Pedraza precisa que se produce la agresión, ya que el efectivo policial –dice- intenta llevárselo detenido y el aunque en un país ajeno, le indica que no existen cargos suficientes para acusarlos de robo. Entonces el uniformado optar por revisar la totalidad de objetos que cargaban los menores y no encuentra por ningún lado las camisetas que la comerciante aseguraba haber extraviado.
Sumamente indignado, Pedraza increpa al policía y a la comerciante y les indica que se dirigirá al Consulado chileno a presentar su queja por la humillación de la que fue objeto su delegación, sin embargo al retornar la comerciante de la tienda B-4 del Terminal Internacional había optado por cerrar su local y tampoco fue encontrado el policía que realizó el registro.
“Fuimos objeto de una humillación al ser acusados de robo. El mismo carabinero nos dijo que seriamos detenidos, pero yo me negué al no haber cargos suficientes. Cuando no encontraron las camisetas entre nuestras pertenencias tanto la comerciante como el policía desaparecieron del lugar”, refirió Luis Pedraza.
