Para Francisco Soberón Garrido, de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), la desafortunada frase que expresó el ex vocero fujimorista, Jorge Trelles Montero, en las que aseveraba que " nosotros matamos menos que los dos gobiernos que nos antecedieron" , como parte de la justificación de las muertes por violaciones a los derechos humanos en el régimen de Alberto Fujimori, no es más que el destape de una “careta” que mantienen ahora para poder entrar al gobierno en esta segunda vuelta presidencial.
“El desprecio por la vida que siempre expresó el fujimorismo, se ha quitado la careta al escuchar esas deplorables declaraciones del señor Trelles. Y yo creo que la vida esta por delante, la declaración universal de los derechos humanos, la convención americana señalan que la defensa de la vida es lo principal, lo primero,” declaró a Radio Uno.
Esta lamentable expresión debe ser vinculada con el comportamiento del fujimorismo, refirió Soberón Garrido, tras sostener que por varios años dicha organización ha intentado consagrar la impunidad permanente, a quienes cometieron los crímenes de lesa humanidad.
“Ahí esta la gestión última del señor Rafael Rey candidato a la primera vicepresidencia con el fujimorismo, que hace pocos meses promovió la amnistía encubierta del decreto legislativo 1097 con respaldo del partido aprista en el congreso de la república; están los pedidos de muerte que caracterizan al fujimorismo por implantarla y extenderla en su aplicación”, sostuvo.
Asimismo recordó que Jorge Trelles perteneció al nefasto gobierno del encarcelado ex presidente Fujimori, junto a otros congresistas que acompañarían un posible gobierno de Keiko Fujimori.
“Era un operador activo de la mafia en esos años, con Yoshiyama, con Martha Chávez, a quien ahora han silenciado. Por lo tanto es algo que los peruanos debemos recordar”.
En otro momento se refirió al anuncio de la congresista fujimorista reelecta, Maria Luisa Cuculiza, donde proponía nuevamente la implantación del Servicio Militar Obligatorio, como parte de las propuestas de Keiko Fujimori.
Soberón Garrido rechazó estas prácticas a las que tildó de discriminatorias.
“Las levas forzosas que caracterizaron las décadas pasadas, pensamos que habían sido enterradas, pero efectivamente luego de estas declaraciones también ha sido ‘hibernada’ la señora Cuculiza en estas ultimas semanas (…) Son prácticas discriminatorias. Solo los hijos del pueblo, de zonas populares y rurales son levados, otros sectores de la sociedad peruana que están en la universidad y otras actividades jamás son tocados”
