Fuentes confiables de la casa de estudios señalaron que durante la noche, los perros son ingresados a la fuerza por extraños, para al día siguiente ser sometidos a experimentos y prácticas de cirugía por estudiantes del noveno ciclo, que pasan varias horas administrándoles medicamentos y haciéndoles cortes sin saber a ciencia cierta si la anestesia ha hecho efecto en el animal, que siempre termina muerto y envuelto en una bolsa negra de basura.
El equipo de investigación estuvo en el lugar y logró captar las imágenes de los alumnos sacando los cadáveres para entregarlos a un taxista contratado, encargado de transportarlos y abandonarlos con rumbo desconocido.
De acuerdo a la vicepresidenta de la asociación protectora de animales “El refugio” Verónica Vargas, a lo largo del mes de marzo su centro recepcionó varias denuncias por la pérdida y robo de mascotas (perros) que posiblemente hayan terminado abandonados dentro de una bolsa negra en medio de la vía pública.
Del mismo modo la ley citada en su artículo Nro 11 indicia textualmente: “se prohíbe en todas las instituciones educativas-incluidas las universidades-las actividades didácticas o de aprendizaje que causen lesión, muerte o sufrimiento innecesario a un animal, siempre que dichas actividades puedan ser reemplazadas por otros métodos de enseñanzas.
Es conocida la práctica con animales en las facultades de medicina de nuestro país. Pero los que experimentan con perros u otros animales, obvian que desde hace varios años muchas personas han sido víctimas del robo de sus mascotas -que impunemente facultades y estudiantes de medicina han comprado para abrirlos vivos o muertos- justificando, que por la ciencia, estas práctica están por encima de la vida y de los sentimientos de seres humanos y de animales.
De tal manera que los referidos estudiantes y profesores de la Universidad Privada de Tacna involucrados en estos atroces hechos, solo muestran desprecio hacia la vida de los otros.