Al cumplirse el séptimo día de huelga indefinida en el distrito de Cocachacra de la provincia arequipeña de Islay, el grueso humano que se opone a la ejecución del proyecto minero Tía María de la empresa Southern espera la llegada de las autoridades regionales y representantes del gobierno central para dar una solución definitiva a la protesta, tras el anuncio del ejecutivo de permitir la intervención de las fuerzas armadas en la zona.
Los pobladores en huelga le han dado al gobierno central 90 días como máximo para que la empresa minera se retire de la zona y han dejado en claro que las observaciones efectuadas por la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) no se encuentran en reclamo ya que no pretenden que Southern subsane los hallazgos sino que se retire definitivamente de la zona.
Debido a que los distritos protestantes ya cumplieron su séptimo día de paralización, los pobladores de la zona se han quedado desabastecidos de productos de primera necesidad, así como agua para preparar los escasos alimentos que tienen. Por esta razón han comenzado a perifonear por las calles para unificar los esfuerzos y llamar la atención del resto de las provincias arequipeñas para que puedan hacerse presentes con víveres para los protestantes.
La situación se agrava debido a que el Ejecutivo autorizó este lunes la intervención de las Fuerzas Armadas para apoyar a la Policía Nacional en las labores de prevención de actos de violencia que se puedan suscitar durante las protestas de los pobladores de Islay y cuya medida regirá hasta el 10 abril, día de las elecciones generales.
Frente a la decisión más del 50% de los protestantes han confirmado que no acudirán a las urnas como medida de rechazo por la intervención de las fuerzas armadas.
