El paciente, Dallas Wiens, perdió todos los rasgos de su cara, a excepción de una pequeña parte de la barbilla, en un accidente durante 2008, cuando le cayó encima un cable eléctrico mientras estaba trabajando.
"El paciente está muy bien y progresa como se esperaba", refirió Bohdan Pomahac, cirujano plástico a cargo de la intervención, quien aseguró que "no hubo complicaciones".
Contó que la primera vez que vio a Wiens temió no poder hacer mucho por él, ante la gravedad de sus lesiones, ya que "no tenía ni labios ni nariz, y se había quedado ciego".
Sin embargo, acto seguido comprobó que existía tejido nervioso para unir los músculos de la cara del donante a sus nervios.
El paciente, que todavía no ha hecho su primera aparición pública tras la intervención, ha reconocido en un correo electrónico que gracias a esta operación quirúrgica "tendrá la oportunidad de comenzar una nueva vida".
El hospital, por su parte, no ha dado a conocer el nombre del donante fallecido, a quien han mostrado su agradecimiento por el "regalo anónimo" que ha ofrecido a Wiens, así como a su familia, que autorizó la donación.
Se trata del segundo trasplante de cara que se realiza en este hospital estadounidense, después de que en 2009 se llevase a cabo uno a un joven que tenía su rostro parcialmente quemado.
Cortesía: Andina