Pese a sus cinco nominaciones, Hitchcock nunca había ganado un Oscar como mejor director. Y quizá por eso fue tan escueto, se dijo entonces en Hollywood, según recuerda la agencia de noticias DPA.
El récord contrario lo tiene la actriz británica Greer Garson, a quien en 1943 no hubo manera de frenar durante cinco minutos y medio cuando recogió el galardón por el drama bélico 'La señora Miniver'. Desde entonces, la Academia introdujo por primera vez una limitación a los agradecimientos.
Tom Hanks se prestó para realizar un video con consejos para los discursos. "Quienes leen una larga lista de nombres sólo ponen de manifiesto su mala cabeza", dijo el actor, dos veces ganador de un Oscar.
Los agraciados que suban a la palestra verán un cuenta atrás de 45 segundos. Cuando el tiempo se agote, aumentará la música, hasta que el orador enmudezca. Aunque luego, estos detalles suelen olvidarse.
Con los ojos llenos de lágrimas y aún confundida, Halle Berry quiso que la escucharan cuando en 2002 se convirtió en la primera actriz negra que se alzaba con el Oscar a la mejor interpretación femenina por 'Monster's Ball'. Al superar el límite, gritó: "Han tenido que pasar 74 años, así que ahora me tomaré mi tiempo".
También Gwyneth Paltrow necesitó en 1999 dos minutos y 40 segundos para dar las gracias a sus incontables colegas y familiares por su Oscar con 'Shakespeare in Love'. En cambio, la estrella de 'Jerry Maguire' Cuba Gooding Jr. consiguió en 1997 que todos se rieran cuando pronunció 14 veces "I love you!" (¡Te amo!) y adornó su discurso con todo tipo de muecas.
Javier Bardem confesó recientemente que antes de la gala de los Oscar en 2008 estaba tan nervioso que pidió consejo a Jack Nicholson. "Déjate de nombres, no muestres sentimientos y dedícalo (el premio) a tu madre", recomendó el veterano actor.
Y Bardem, al menos en parte, le hizo caso cuando finalmente recogió su estatuilla por 'No Country For Old Men'. Este año, el español vuelve a estar nominado por 'Biutiful', de Alejandro González Iñárritu.
Su colega Christoph Waltz tenía el discurso perfectamente preparado el año pasado. "Teniendo en cuenta que probablemente habrá mil millones de personas mirando y que, como nominado, tienes un 20 por ciento de posibilidades, ¿cómo no preocuparse?", contó el actor de 'Inglourious Basterds' en una fiesta antes de la entrega.
Luego, antes de su discurso, improvisó: "Un Oscar y Penélope, esto sí que es el premio gordo", dijo cuando Penélope Cruz le entregó el primer galardón de la noche.
A unos el ego se les sube a la cabeza, como le sucedió al cineasta James Cameron cuando en 1998 se declaró "rey del mundo" tras la victoria de 'Titanic'. Otros, como Michael Moore ('Bowling for Columbine') utilizaron sus 45 segundos para criticar la Guerra de Irak y al presidente estadounidense.
"¡Estamos en contra de esta guerra, George (W.) Bush!¡Nos avergüenza, Mr. Bush!¡Su tiempo se acabó!", gritó entre ovaciones y pitidos.
También Adrien Brody (mejor actor por 'El pianista') realizó un llamamiento por "una solución rápida y pacífica" para el conflicto iraquí. Pero lo que hizo historia fue el beso con el que casi tira al suelo a Halle Berry cuando ésta le alcanzó el trofeo. Sin necesidad de palabras, un momento así lo dice todo. (AGENCIAS/ANDINA)