Estados Unidos ha revocado este miércoles la visa al embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Álvarez, según ha informado el vicecanciller venezolano Temir Porras a través de Twitter. "Confirmo. USA revocó la visa del Embajador Bernardo Alvarez", ha indicado Porras. En un momento ya de gran tensión entre ambos países, la decisión suspenderá temporalmente las relaciones diplomáticas bilaterales, ya que el nombramiento de Larry Palmer como embajador estadounidense en Caracas ha sido rechazado insistentemente por el presidente venezolano, Hugo Chávez. "Habíamos dicho que habría consecuencias y hemos tomado una medida apropiada, proporcional y recíproca", ha afirmado un portavoz del Departamento de Estado.
Sobre los problemas en torno a la designación del próximo embajador de Washington en Caracas, el portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, consideraba horas antes de "interés nacional" tener un embajador en Venezuela. "Creemos, precisamente porque hay tensión en las relaciones, que es importante mantener comunicaciones diplomáticas al más alto nivel. Está en nuestro interés nacional", ha afirmado en rueda de prensa.
El Gobierno de Chávez rechaza al diplomático escogido por Washington para ese puesto por unas polémicas declaraciones que hizo sobre las Fuerzas Armadas venezolanas y la presunta presencia de la guerrilla colombiana en Venezuela. Al responder un cuestionario del Congreso de EE UU, dijo que la moral de los militares venezolanos era baja y que era necesario investigar la presunta presencia de las guerrillas colombianas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el país.
El conflicto diplomático entre ambos llegó a su punto álgido en septiembre de 2008, cuando el presidente Chávez decidió expulsar del país al embajador estadounidense en Caracas como un gesto de solidaridad hacia el presidente boliviano, Evo Morales, que había denunciado injerencias de Estados Unidos en su asuntos internos. Como respuesta, EE UU también expulsó al embajador venezolano en Washington.
Cortesía: El País
