El presidente surcoerano Lee Myung-bak acordó con su homólogo estadounidense, Barack Obama, incrementar el número de ejercicios militares que realizan juntos como respuesta al ataque militar sufrido por parte de Corea del Norte.
"EEUU permanece firmemente comprometida en la defensa de su aliado Corea del Sur", dijo el presidente Obama al mandatario surcoerano Myung-bak en una conversación telefónica.
Según los analistas, los ejercicios militares que se realizarán en los próximos días pondrán a prueba la cooperación castrense de ambos países para reforzar las políticas de defensa militar.
En la víspera, Corea del Norte bombardeó sorpresivamente la isla surcoreana de Yeonpyeong, con el trágico saldo de dos militares surcoreanos muertos y unos 15 soldados heridos, además de herir a otros tres civiles.
El presidente Barack Obama se reunió con su equipo senior de seguridad nacional sobre la situación de la península coreana. Allí fue informado al detalle por parte del consejero de seguridad nacional Tom Donilon.
En la reunión participaron los secretarios Clinton y Gates, así como el almirante Mullen, el general Sharp, comandante de las tropas estadounidenses en Corea.
"El Presidente Barack Obama reiteró el invariable apoyo de los Estados Unidos a nuestro aliado, la República de Corea, y evaluaron maneras para avanzar en la paz y seguridad de la península coreana", señala un comunicado de la Casa Blanca.
Asimismo, como parte de la respuesta al ataque militar, el gobierno surcoreano suspendió el envío de la ayuda humanitaria prometida a Corea del Norte por las inundaciones que sufrió en agosto último.
En octubre de este año, Seúl envió un primer envío de 5 mil toneladas de arroz y 3 mil toneladas de cemento a Corea del Norte, pero restaba enviar unas 7 mil toneladas de cemento y medicinas.
Luego de recibir el primer paquete de ayuda, Corea del Norte solicitó al gobierno surcoreano incrementar la ayuda humanitaria hasta 500 mil toneladas de arroz y 300 mil toneladas de fertilizantes, como condición a Seúl para que las reuniones de familias coreanas separadas por la Guerra de Corea (1950-1953) pudieran llevarse a cabo con más frecuencia.
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