Durante un fin de semana en la frontera entre Tacna y Arica lo que se ve son contrastes. Los chilenos que ingresan por el puesto de Santa Rosa con las billeteras llenas y dispuestos a vaciarlas. Los peruanos que cruzan el puesto de Chacalluta son, la mayoría, puneños que van a tierras chilenas con los bolsillos vacíos, y que luego los llenan con lo que ganan en la agricultura (como peones) o la construcción (como albañiles), sus principales rubros de trabajo. Cuando los peruanos y chilenos regresan a sus países, el contraste es similar, pero en sentido inverso.
Según estadísticas proporcionadas por Rivera, 829.114 chilenos ingresaron al Perú en el 2008. En el 2009 la cifra llegó a 895.109 y, en lo que va del 2010, ya son 871.210 los chilenos que han cruzado hacia nuestro país.
Esta cifra varía cada día. Solo entre ayer y hoy unos 3 mil y 4 mil chilenos habrán llegado a Tacna. Y cuando es un feriado largo, las estadísticas se multiplican. En los días en los que Chile celebró el bicentenario de su independencia, el puesto de Santa Rosa registró a 12 mil chilenos. “La cola de vehículos era de casi un kilómetro”, recuerda un funcionario de este puesto de control fronterizo.
Es curioso: estos chilenos celebraron su independencia en una ciudad de otro país. Pero más curioso aun es que en Tacna era común, por esos días, ver adornos inspirados en los colores de bandera chilena en las puertas de los casinos. En algunos de estos locales invitaron empanadas y se regalaron souvenirs con la bandera de ese país. Como si Arica y Tacna se hubieran fusionado.
INTERCAMBIO FLUIDO
Comercio y salud. Esos son los dos principales focos de atención del turista chileno que visita Tacna. El mercadillo Bolognesi, la galería Coronel Mendoza o el local de Tacnacentro son tres de los puntos donde se concentra la actividad comercial. Predomina tanto la presencia de chilenos en estos centros comerciales que los vendedores reciben soles, dólares y hasta pesos. En Arica, en cambio, la moneda aceptada es el peso. El dólar casi nadie lo recibe y el sol nadie lo utiliza.
El Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), la máxima entidad chilena de este sector, calcula que cada visitante sureño gasta entre US$60 y US$80 diarios en Tacna. Lo cierto es que, por tratarse en muchos casos de una actividad comercial semiinformal o informal, es difícil saber exactamente a cuánto asciende este vertiginoso intercambio comercial. Hernán Eyzaguirre, gerente general de la Cámara de Comercio de Tacna, reconoce que, aunque se percibe un incremento en este intercambio, no se manejan cifras reales al respecto.
Fuera del ámbito comercial, el servicio de salud es el que registra el mayor crecimiento. Si hasta el 2008 los visitantes acudían a las clínicas para consultas básicamente de odontología y oftalmología, estos ahora se concentran en el Hospital de la Solidaridad, que se construyó en Tacna mediante un convenio entre la Municipalidad de Lima y las autoridades locales.
Raúl Bohórquez, director de este hospital, sostiene que el 20% de los pacientes que aquí se atienden es chileno. Sin embargo, muchos opinan que esta cifra es mucho mayor.
“Los visitantes, por apenas S/.12 [un paciente peruano paga S/.8], pueden acceder a una consulta rápida y buena. En su país ellos pagan cifras hasta cinco o seis veces mayores, y deben esperar varias semanas antes de su cita”, comenta Bohórquez.
EN PUNTOS
Muy cerca de la frontera, en suelo peruano, han aparecido invasiones que crecen rápidamente. Fuentes chilenas refieren que el gobierno de ese país percibe esto como una intención del Estado Peruano por repoblar Tacna.
Entre los productos de Tacna de mayor demanda figuran las aceitunas y los muebles de madera.
Con información del Comercio.
