Por primera vez en tres semanas, los 33 mineros atrapados en un socavón en el norte de Chile mostraron sus caras y su morada provisoria, a través de un video grabado por ellos mismos y enviado a sus familias.
Fueron 45 minutos de reveladoras imágenes, que se exhibieron a los parientes reunidos en el campamento Esperanza, en las inmediaciones de la mina, y arrancaron aplausos y sollozos. Luego, el material fue difundido por la televisión pública chilena.
La filmación es un recorrido virtual por el refugio, un espacio de unos 25 metros cuadrados a 700 metros bajo tierra en el que permanecen atrapados los trabajadores.
Se registró con una minicámara enviada por el gobierno a través de ducto de 8 centímetros de ancho que comunica la mina con el exterior, por el que también subió el video terminado.
Con los torsos desnudos por el calor, los mineros saludaron a sus familias y mostraron su rutina de supervivencia. "Acá hacemos reunión todos los días, acá planificamos, oramos…y nos reunimos en asamblea para que todas las decisiones que se tomen sean basadas a la orden de los 33 que estamos adentro", relata, fuera de cámara, el trabajador encargado de guiar la grabación.
Los mineros hicieron gala de un estado de ánimo notable: en el video se los ve haciéndose bromas entre ellos, mostrando sus juegos e incluso cantando el himno a viva voz.
La delgadez y las ojeras de los retratados también hablan del inevitable deterioro físico del encierro. El ministro de Salud, Jaime Mañalich, dijo ante BBC Mundo que se estima que estos hombres han perdido diez kilos en promedio, en los 21 días transcurridos desde el derrumbe en la mina San José.