“El presidente García como gran lobbysta, ha entregado puertos, tierras de cultivo fomentando los latifundios, los minerales, el petróleo, nuestro gas… Podría decirse que éste ha sido el gobierno que no sólo continuó con el fujimorismo sin Fujimori -característico de la gestión de Toledo -, sino que ha sido, sin ninguna duda, el facilitador dentro del Estado de los rentables negocios que han hecho las grandes empresas transnacionales”.
Con estas expresiones, el líder del Partido Nacionalista Peruano, Ollanta Humala, rechazó la pretensión del gobierno para renovar el óbolo minero. Este último año de gobierno –añadió el nacionalista- García debe comprometerse más bien, a no continuar con la entrega sistemática de los recursos nacionales y los activos de la Nación.
Refiriéndose exactamente al trato con las empresas de estos rubros, Ollanta Humala sostuvo que éstas no son el problema, sino el gobierno que considera que los intereses nacionales son la “última rueda del coche”.
Agregó, que un gobierno nacionalista establecerá una nueva relación entre el Estado y el capital, más transparente y justa, donde las ganancias sean importantes, pero también exista un compromiso empresarial a pagar el canon minero –y que éste no salga del Impuesto a la Renta-, un impuesto a las sobre ganancias y, sobre todo, que exista mayor respeto al papel que juega el Estado para regular las inversiones.
“En estos cuatro años de gobierno se perdió una oportunidad valiosa de ver crecer mucho más al Perú, pero sobre todo en áreas que en estos momentos son estratégicas como la industria nacional, las hidroeléctricas, petroquímicas, el sector agrario, los proyectos de irrigación, establecer una relación de respeto y justicia con las mineras, el cobro del impuesto a las sobreganancias, entre tantos otros.
En su quinto día de gira por diversas provincias de Áncash, Ollanta Humala, ratificó que el gas de Camisea sea primero para los peruanos, señalando que “si existiera voluntad política para revisar los contratos con el objetivo de favorecer a los peruanos, este proceso no debería durar mucho tiempo, pues las cláusulas más importantes son: garantizar el abastecimiento interno y la férrea prohibición para que se exporte el gas del lote 88 de Camisea”.
Recordó que esta posición en defensa del gas para el desarrollo del país no es de ahora, así como también, su propuesta de masificar el uso del gas, particularmente para los hogares y vehículos, y la generación de una industria petroquímica, electricidad, etc. Por eso, Ollanta Humala y los nacionalistas rechazan la exportación del gas sólo como materia prima sin darle valor agregado, que puede traducirse en productos petroquímicos o electricidad.