Los disidentes cubanos acogidos por España han pedido a la Unión Europea que no rebaje las exigencias al Gobierno de Cuba y mantenga la Posición Común, que condiciona las relaciones con La Habana a los avances en derechos humanos y democratización. Los excarcelados se desmarcan así de los esfuerzos del Gobierno español para que Europa flexibilice su relación con Cuba, esgrimiendo para ello el anuncio de la excarcelación de 52 disidentes. En un comunicado en el que se definen como "ex prisioneros de conciencia desterrados en España", 10 de los 11 disidentes afirman que "el Gobierno cubano no ha dado pasos que evidencien una clara decisión de avanzar hacia la democracia".
El texto, leído el lunes por Ricardo González frente a la puerta del hostal Welcome -ubicado en un polígono industrial de Madrid, con "habitaciones desde 13,90 euros"-, señala también que su salida a España "no debe ser considerada un gesto de buena voluntad, sino como una acción desesperada del régimen en la búsqueda urgente de créditos de todo tipo". El texto acaba solicitando "a los países de la UE que no reblandezcan sus exigencias encaminadas a lograr cambios hacia la democracia en Cuba y a conseguir para todos los cubanos los mismos derechos que disfrutan los ciudadanos europeos".
En La Habana, las Damas de Blanco, que el domingo volvieron a desfilar por la capital, manifestaron su preocupación por la forma en que los opositores están saliendo de la cárcel. "Me parece que eso de ir de la prisión al aeropuerto, para ir a otro país, se llama destierro", dijo Laura Pollán, líder del movimiento de familiares de presos. "No les dan siquiera 24 horas para que se despidan de los familiares [que se quedan en Cuba]; eso es lamentable y muy triste".
Pollán indicó que los prisioneros y sus familias tienen "otras preocupaciones", como el estatus de "emigrantes" y no de "refugiados" que reciben los que viajan, así como qué va pasar con los que desean ir a un tercer país, pues no saben si podrán hacerlo ?ni cuándo? desde España. Según las Damas de Blanco, alrededor de 22 presos de los 52 que el régimen anunció que liberará todavía no han sido consultados por el cardenal Jaime Ortega sobre si desean viajar a España. "Hay muchos que van a plantear que no se van del país, y otros que desean viajar directamente a Estados Unidos porque allá tienen a sus familias", adelantó Pollán.
La semana pasada, los 11 primeros presos excarcelados llegaron a España como parte del acuerdo alcanzado por Raúl Castro con la Iglesia católica y el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos. Otros nueve, junto a unos 30 familiares, aterrizarán en Madrid el miércoles y el jueves, confirmaron fuentes españolas.
Cortesía: El País