Tras una batalla sin precedente, España se coronó Campeón del Mundo por primera vez en su historia al vencer en tiempo extra a Holanda con un gol de Andrés Iniesta en el 116', en medio de todo el dramatismo posible.
En esta inédita Final fuimos testigos de la alta traición al juego de Holanda, a sus principios y su idea futbolística, al salir a ensuciar lo que ellos alguna vez pregonaron como futbol total. A la vez, encontramos una España que a pesar de los riesgos que implicaba, intentó respetar lo más posible su idea balompédica, adelantando líneas y tratando bien la pelota.
Y tal vez lo más preocupante, sufrimos con de uno de los peores arbitrajes del torneo, sin personalidad, sin decisión y yendo en contra de todo lo que pregona y procura la FIFA en el futbol moderno.
España es Campeón del Mundo por primera vez en su historia. Fueron sus primeras Semifinales y Final disputadas. En tanto, Holanda perdió su tercera Final, con la diferencia de que en 1974 y 1978 habían enamorado al mundo y ahora, lo ha decepcionado.
EL PARTIDO
Los dos equipos se plantaron en el campo de forma muy similar. Con 4-4-2 que rompía hacia un 3-4-3 o un 4-3-3 dependiendo de la jugada. La pequeña diferencia era que Holanda manejaba con mayor frecuencia el 4-3-3 con líneas un poquito más sólidas, y España mantenía su elasticidad, poniendo una doble línea de presión en el medio campo y procurando sumar laterales.
Al juego lo marcó Holanda desde un principio. Al igual que con Brasil, la Naranja Mecánica prefirió ensuciar las acciones para evitar el traslado paciente de La Furia Roja, cometió faltas cada vez que alguien rompía una línea y ablandó a los hombres claves desde un principio. Cobijado por un pésimo arbitraje que no se esperaba ese comportamiento y no tuvo la autoridad para frenarlo, pues Holanda ya había buscando intimidar a Xavi al minuto de juego.
España intentaba romper la propuesta del rival y aunque tuvo al 4' un tiro libre que podía darle la llave para hacerlo, el portero Stekelenburg con gran reacción le sacó a Ramos un cabezazo tras un tiro libre cobrado por Xavi. En el otro lado, un descuido en la salida le dejó la pelota a Kuyt que cazaba ese error, pero no pudo aprovecharlo y disparó al bulto.
Ramos era el que se lograba escapar un poco de las intenciones naranjas y al 10' entró hasta el área por derecha y sacó un disparo que apenas rechazó Heitinga; en el córner que dejó la jugada, en acción preparada de varios toques, Villa prendió de volea el esférico que tocó la red, pero por un costado. Ahí acabaría Holanda por cerrar el primer tiempo, con entradas increíblemente no sancionadas con expulsión.
En el primer tiempo la Naranja Mecánica bien podría haber terminado con nueve hombres pues al 28', De Jong le pegó una patada karateca encajándole los tachones Xabi Alonso en el pecho que si se lo llevan preso, hubiera sido justo; pero al árbitro le tembló la mano y sólo lo amonestó. Minutos después, Robben aprovechó un balón dividido al que llegó tarde para encajarle los tacos en la rodilla a Busquets en otra jugada de roja que ni siquiera fue sancionada con amarilla.
El primer tiempo terminó confundido, tal vez por la traición al futbol de la Naranja Mecánica o por el incomprensible temor del juez, pero ya era una batalla medieval en la que ante la ausencia de leyes, se guardaban venganzas y cometían fechorías.
El complemento arrancó con 22 casi de milagro, y por ahí un parajito le comentó al árbitro que estaba echando el partido por la borda, porque antes del 56 ya había sacado dos amarillas para los holandeses por faltas mucho menores que las que había dejado pasar.
Y sirvió, porque Holanda comenzó a jugar más de lo que pateaba y se metió a un buen estira y afloja con España que había salido a presionar. En el camino, Holanda quedó mano a mano con Casillas en un error de achique de la zaga española que explotó Sneijder para filtrar a Robben, pero con la atajada más valiosa del Mundial, Casillas tapó el inminente gol con la pierna al 62'.
España tuvo la suya seis minutos después cuando Heitinga rebanó en el área chica y Villa quedó con el balón de frente al portero pero de la nada el defensor que pifió, salvó con una barrida espectacular. Y otra más, cuando al 75' en un córner Sergio Ramos quedó solo ante el arco, pero voló uno de los cabezazos más fáciles de su carrera.
Todo iba bien en el juego cuando Holanda más o menos llegaba, pero con la recuperación de España del control de la pelota, regresó el lodazal. Patadas por aquí, clavados por allá… Holanda recurría a su táctica para evitar fluidez en el juego del rival y España por ahí respondía a las provocaciones por más que se intentaba concentrar en jugar, llegar y meterla.
Mientras La Furia se volcaba, Robben tuvo de nuevo el gol al queda solo en un despeje que fue peinado. Pero Puyol que quedó superado a velocidad lo obstaculizó lo más limpiamente que pudo y cuando entró al área, el holandés no supo qué hacer y se entregó ante Casillas que le adivinó el recorte al 83'.
Ante eso, España metió a Cesc Fábregas para el alargue pero guardó la pelota con mayor cuidado en los últimos siete minutos, no fuera que en parpadeo todo se fuera al demonio.
TIEMPOS EXTRA
La cosa estaba dramática, era claro que nadie quería definirlo desde los once pasos. Primero al 93' Cesc en un gran pase de Iniesta quedó mano a mano con Stekelenburg que tapó con la misma gran reacción que Casillas tuvo ante Robben. Pero Holanda de inmediato respondía un minuto después con un córner que cabeceó Mathisen por lo alto un poco incómodo, pero con el marco abierto.
España dominaba y tenía más llegada, el cambio de Cesc funcionaba, pero por la peligrosidad de Holanda y el adelanto de líneas de La Furia, el juego era un toma y daca. Iniesta al 98', Cesc al 100' y el 102' tuvieron sendas oportunidades en el área que se quedaron al filo.
No fue fácil para Del Bosque, pero al principio del segundo tiempo extra tuvo que sacar a Villa para reavivar el ataque buscando ganarlo antes de los penales. El raspadero de Holanda pasó factura tarde, pero la cobró cuando al fin el juez se atrevió a sacar la doble amarilla y roja a Heitinga que jaló a Iniesta en una de las faltas menos claras de los naranjas.
La lucha de La Furia Roja se incrementó. El premio al que más arriesgó, propuso e intentó respetar sus premisas ante todo llegó casi al cierre, tal como presumía esta batalla fragorosa por el título.
Y fue el “Fantasmita”, uno de los mejores hombres del campo el que pudo resolver llegando a esta instancia con un poderío físico increíble. Un centro del “Niño” se atoró en la defensa y con la jugada medio rota, el rebote le cayó a Cesc quien centró preciso para Iniesta, quien solo en la derecha del área, fusiló a Stekelenburg con una media volea que empujó toda España para el 0-1 al 116'.
Así, con un futbol vistoso, que no cede ante la tentación de destruir y boga por construir, por primera vez en su historia España es Campeón del Mundo.
EL ARBITRAJE
El inglés Howard Webb tuvo un pésimo trabajo. Decepcionante por la falta de carácter para llevar el duelo y tomar decisiones a la hora buena. A Holanda lo dejó hacer y deshacer en el primer tiempo. No se atrevió a expulsar a De Jong por una artera patada de karate en el pecho sobre Xabi Alonso al 28', ni a Sneijder por una clara plancha sobre la rodilla de Busquets en la que ni siquiera la amonestó. Quiso llevar la fiesta en paz y lo único que hizo fue echar a perder una Final dejando pegar a placer.
Algo pasó en el descanso, pues en el complemento mejoró, amonestó a dos holandeses de entrada, aunque poco le duró el vuelo y conforme pasaron los minutos regresó a sus inseguridades. Todo era un desorden, se le metió Del Bosque al campo y las bancas hacían lo que les daba la gana. Y para colmo, justo antes de la jugada del gol no marca un tiro de esquina a favor de Holanda más grande que toda Sudáfrica cuando un tiro libre se desvió al menos 10 metros de su trayectoria oríginal; en ese saque de meta cayó el gol español. Lástima porque dañó el partido y nunca pudo recomponer el camino.
Cortesía: El País