Un atentado con coche bomba perpetrado contra un convoy de la OTAN en el oeste de Kabul se ha cobrado la vida de al menos 19 personas y ha dejado heridas a más de medio centenar. Al menos seis de las víctimas son soldados internacionales, de los cuales cinco son estadounidenses, según fuentes del organismo internacional.
En plena hora punta, una potente explosión ha sacudido la capital afgana. Una furgoneta Toyota, conducida por un terrorista suicida y cargada de explosivos, ha estallado en la calle. El atentado ha causado una matanza. Al menos 19 personas han muerto, entre ellas seis soldados de las tropas aliadas, y decenas han resultado heridas. En mitad del caos, las autoridades locales han informado que esperan que el número de víctimas mortales pueda aumentar en las próximas horas. Según testigos, por la calle de Kabul donde se ha producido el ataque los restos de decenas de personas se esparcen mientras que se han registrado importantes daños en edificios y comercios.
Las primeras investigaciones apuntan que el objetivo del ataque era el convoy de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), de la OTAN, que se hallaba cerca del centro de reclutamiento del Ejército afgano, en una zona de Kabul donde tienen sus sedes varios organismos oficiales, entre ellos el Parlamento. Los talibanes han asumido ya la autoría del ataque a través de uno de sus portavoces, Zabiullah Mujahid.
Es el segundo atentado que se produce contra fuerzas internacionales presentes en Afganistán en menos de 24 horas. Ayer, dos soldados italianos murieron en un ataque contra un convoy de la ISAF cerca de la localidad de localidad de Bala Murgham, en el noroeste del país. El convoy militar atacado estaba formado por una decena de vehículos de varias nacionalidades y atentado golpeó a los cuatro que se encontraban en el centro de la caravana. Otros militares, también italianos resultaron heridos de carácter grave.
Cortesía: El País