El gigante estadounidense de Internet Google podría cerrar sus operaciones en China el próximo mes, tras la disputa por un ataque de hackers aparentemente originado en China y la controversia por su deseo de suprimir la censura en su buscador en el país asiático, informaron hoy medios estatales.
El diario "China Business News" con base en Shanghai citó a un ejecutivo de una agencia de anuncios vinculada a Google asegurando que la empresa decidió retirarse de China a partir del 10 de abril. También cita a un empleado de Google en China alegando que la compañía podría anunciar el lunes su decisión.
Sin embargo sigue siendo incierto si la retirada conllevará sólo el cierre de la página central de Google en China o también el fin de otras operaciones en el país. La semana pasada, el gobierno chino advirtió que si Google continuaba con una amenaza para poner fin a la censura en el buscador en China, que permite al gobierno un control estricto sobre Internet, tendría que cargar con las consecuencias.
Tampoco se sabe si gobierno y Google hablaron desde que el buscador anunciara sus planes de revisar sus operaciones en China el pasado enero. El diario estadounidense "The Wall Street Journal" citó al director ejecutivo de Google, Eric Schmidt, asegurando la semana psada que la compañía estaba en "negociaciones activas" con el gobierno chino, sin que fueran confirmadas por las autoridades.
En enero, el director de asuntos legales de Google, David Drummond, anunció que la compañía planeaba el cese de la autocensura en su buscador chino incluso si eso conllevaba abandonar el merado chino. Y lo hizo tras descubrir un "altamente sofisticado y dirigido ataque contra nuestra infraestructura corporativa que fue originado en China" el pasado diciembre.
China tiene un gran sistema de censura conocido como el "great firewall", algo así como "la gran muralla de fuego", que evita que los usuarios del país tengan acceso a cientos de webs consideradas sensibles políticamente, pornográficas o problemáticas por el gobierno. Proveedores y empleados monitorean la actividad online en el sistema de autorregulación chino.
Cortesía: Andina