Más de 500 habitantes de aldeas cristianas han muerto a machetazos y quemados en ataques perpetrados el fin de semana por ganaderos musulmanes en el centro de Nigeria, escenario de enfrentamientos religiosos y étnicos, lo que ha generado el "dolor y la preocupación" del Vaticano.
Los ataques, coordinados según los testigos, tuvieron lugar el sábado por la noche en tres aldeas al sur de Jos, capital del estado de Plateau. En tres horas, al menos 500 personas, entre las que había muchas mujeres y niños, fueron masacradas con machetes y quemadas, según algunos testigos, que describen escenas dantescas.
Todas las fuerzas de seguridad de Plateau y de los estados aledaños se encuentran en estado de alerta máxima desde el domingo por la noche por orden del presidente interino, Goodluck Jonathan.
El Vaticano ha manifestado este lunes su "dolor y preocupación" por estos "horribles" actos violentos en Nigeria. Sin embargo, su portavoz, el padre Federico Lombardi, no ha querido pronunciarse personalmente sobre la naturaleza religiosa de los enfrentamientos y ha afirmado que la posición de la Santa Sede fue explicada el lunes por el Arzobispo nigeriano de la capital Abuja, John Onaiyekan, a la emisora del Vaticano.
"Se trata del clásico conflicto entre pastores y agricultores, sólo que en este caso los pastores son todos musulmanes y los agricultores son todos cristianos", ha asegurado el arzobispo. "No se mata a causa de la religión, sino por reivindicaciones sociales, económicas, tribales y culturales", ha explicado.
Peter Gyang, un habitante de Dogo Nahawa, la aldea más afectada, perdió a su mujer y a dos hijos. "Hicieron disparos para asustar a la gente y luego los mataron a machetazos", contó a los periodistas.