El toque de queda que rige en la convulsionada ciudad chilena de Concepción (al sur de Santiago) se amplió el martes a tres localidades de la región del Maule, por prevención, sin que se hayan registrado incidentes, informó el alcalde de Curicó, Hugo Rey.
"En Curicó hay tranquilidad y hoy no existe más violencia que la de cualquier otro día del año. Pero la comunidad entró en pánico. Comenzó a tener luz, a ver televisión y escuchar por radio lo que sucede en otras ciudades y tiene miedo, por eso la medida es sólo para dar tranquilidad", expresó Rey.
La medida se suma a la determinada en otras zonas del Maule y en la ciudad de Concepción, a 500 km al sur de Santiago, en la región de Biobío, conmocionada por saqueos e incendios intencionales.
La ciudad de Curicó, a unos 200 km al sur de Santiago, sufrió graves pérdidas tras el terremoto y tsunami del sábado, principalmente en su casco histórico, construido en adobe.
El fenómeno natural causó casi 800 muertos según cifras aún provisionales y daños a 1.5 millón de viviendas, con dos millones de damnificados.
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