Los trabajadores de la Dirección Regional de Salud, radicalizaron las medidas de protesta, exigiendo el pago de incentivos por asistencia alimentaria, Aetas y otros beneficios que les adeuda el Gobierno Regional.
A la huelga de hambre que realizaban desde ayer tres servidores de la DIRESA, se suma ahora el desangramiento que se provocó el dirigente Jorge Alarico, quien se inyectó una aguja en el brazo izquierdo.
Luego de algunos minutos de haberse desangrado, Alarico junto a sus compañeros Bernardino Pacompía y José Luís Gómez, se tendieron en la pista de la calle Blondell, sin importarles el imponente sol que se presentaba a esa hora.
Los protestantes hicieron un llamado al Presidente del Gobierno Regional Hugo Ordóñez y al Gerente de Desarrollo Social Freddy Cabrera, para que realicen el pago de los beneficios y se evite que el dinero sea revertido al tesoro público.