El grupo de los 10 estadounidenses asociados a la iglesia baptista de Idaho arrestados desde el sábado en Puerto Príncipe ha sido acusado de secuestro de niños y asociación criminal por tratar de sacar ilegalmente a 33 niños de Haití hacia República Dominicana. El fiscal Jean Ferge Joseph dijo que a partir de ahora, un juez se encargará de investigar el caso. "Ese juez puede ponerles a ustedes en libertad pero también puede mantenerles presos para continuar las investigaciones", indicó el fiscal.
Los misioneros han negado que intentasen secuestrar a ninguno de los 33 niños que transportaban hacia un orfanato de República Dominicana. Mantienen que en ningún momento se les pasó por la cabeza traficar con ellos y que simplemente buscaban lo mejor para los niños. Las autoridades de Haití, sin embargo, insisten en que los misioneros carecían de la documentación necesaria para sacarlos del país.
Varias madres de las que entregaron a sus hijos indicaron a este periódico que no se arrepienten de haberlo hecho, que lo hicieron por el bien de sus hijos. Indicaron que a los diez americanos los trajo a su aldea de Calebasse un hombre "de pelo gris" a quien conocen como "el blanco" desde hace unos nueve años. Confiaban en "el blanco" y confiaron en los estadounidenses baptistas de Idaho.
Hall Nunginten, un estadounidense que dirige un orfanato en Puerto Príncipe, indicó ayer que los diez estadounidenses baptistas llamaron a su organización para que les cediera niños. "Pero yo dije que de aquí no salía ninguno. Ellos aseguraban que tenían permiso del ministro, no sé exactamente si se referían al ministro de Haití o de República Dominicana. Pero a mí me sonó muy extraño. Un proceso de adopción dura a veces hasta tres años, no es algo que se pueda hacer en tres días. Tal vez no lo han hecho con mala intención, pero seguro que desconocen el terreno de las adopciones", añadió.
El ministro de Justicia de Haití, Paul Denis, se mostró partidario de que los diez estadounidenses, acusados ayer formalmente de "secuestro de menores y asociación de malhechores", sean juzgados en el país caribeño, informa France Presse.
Por otra parte, el buque Castilla de la Armada española llegó ayer frente a las costas de Haití para quedarse tres meses frente a la localidad de Petit Goave, que se encuentra a 70 kilómetros de Puerto Príncipe, tres horas en coche o veinte minutos en helicóptero.
"Nuestro objetivo será ofrecer apoyo sanitario, ayudar al desescombro, abrir vías de comunicación y abastecer de agua potable a la zona", indicó el capitán Ignacio Yáguez. "El Gobierno de Haití y la ONU determinaron que ésta sería nuestra zona de influencia. Somos conscientes de que la mayor parte de la catástrofe se produjo en Puerto Príncipe, pero Petit Goave también sufrió muchos daños", añadió.
El buque se encuentra dotado de cuatro helicópteros, dos quirófanos, una unidad de cuidados intensivos, gabinete de odontología y un equipo radiológico y ecógrafo. "Sabemos que hay mucha necesidad de atender casos de pediatría, de infecciones y de traumas, y nosotros estamos preparados para eso", indicó el coronel médico Santiago Huecas. En la zona de Petit Goave es donde se encuentra el epicentro de la réplica del terremoto que se produjo el pasado 20 de enero y que alcanzó una magnitud de 6,1 en la escala Richter. Sin embargo, el número de muertos en esta área sólo ha llegado al millar.
Cortesía: El País