El general del Ejército brasileño, Raymundo Nonato Cerqueira Filho, ha levantado una polvareda este jueves al ofender verbalmente a los homosexuales en plena Comisión de Constitución y Justicia del Senado donde se discutía su nombramiento para miembro del Supremo Tribunal Militar (STM). Al abordar el debate sobre la presencia de homosexuales en el Ejército, Cerqueira ha dicho "con toda sinceridad" que la situación de los gays "no es compatible con los trabajos de las Fuerzas Armadas".
Según él "la tropa no obedece a individuos de ese tipo", porque los homosexuales "no infunden respeto a los soldados" y por eso sería mejor "que buscaran trabajo en otro campo".
El único momento de generosidad con el mundo de la homosexualidad, el general lo tuvo cuando añadió que un gay hasta podría estar en el ejército pero bajo dos condiciones: "mantener la dignidad y la honra del uniforme" y permanecer en el armario, oculto.
El ministro del Ejército, Nelson Jobim, entró ayer en la polémica para asegurar que las declaraciones del general no van a interferir en nada en las discusiones sobre el asunto en el Gobierno y en el Congreso. Más duro ha sido la Asociación de Abogados de Brasil. Según su presidente, Ophir Cavalcanti, "es lamentable que este tipo de discriminación continúa existiendo hoy en las Fuerzas Armadas". Según Ophir, a un militar se le debe pedir sólo entrenamiento y defensa del país, independientemente de su opción sexual.
Por su parte, la ONG Arco Iris de la Ciudadanía, que encuadra en sus filas a lésbianas, gays, bisexuales y transexuales ha calificado, además de irrespetuosas, de "solemne disparate" las declaraciones del general Cerqueira. La presidenta de la ONG, Gilza Rodrigues, ha puntualizado que todo el episodio revela "el conservadurismo de las fuerzas armadas".
El senador del Partido de los Trabajadores, Eduardo Suplicy, ha pedido que el general que había ya recibido el visto bueno de la Comisión de Justicia del senado para su nombramiento como miembro del Supremo Tribunal Militar, vuelva a ser convocado al Congreso para explicar sus explosivas declaraciones, antes de que su nombramiento sea ratificado por el pleno del Senado.
Cortesía: El País