El Bloque de Prensa Venezolano, una agrupación que integra a 34 diarios y revistas del país, ha acusado este lunes a Hugo Chávez de pretender "silenciar" la libertad de expresión en el país suramericano después de que el pasado 24 de enero el presidente cortara la señal al canal RCTV ante la negativa a emitir sus discursos.
"Chávez quiere silencio y autocensura", afirma en un comunicado el Bloque, que señala como "un fraude a la Constitución [Bolivariana de 1999] la creación de leyes y reglamentos ordenados por Chávez a los poderes del Estado, bochornosamente subordinados a su control", algo que ya ha provocado en las últimas semanas graves enfrentamientos en las calles . Estas normas, asevera el texto, tendrían como presunto fin "justificar los atropellos de su régimen [de Chávez] contra el Estado de Derecho, la libertad y la justicia, la propiedad privada, los principios éticos y la dignidad de los venezolanos".
La protesta alude a la aplicación del Gobierno de la Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión, más conocida como Ley Resorte, que impone a aquellos medios cuya programación sea producida en más del 70% por recursos venezolanos la emisión de contenidos institucionales, incluidos los mensajes del presidente, y restricciones a los tiempos de incursión publicitaria. La ejecución de esta normativa supuso el cierre de seis canales de televisión -RCTV Internacional, American Network, America TV, Momentum, Ritmo Son y Tv Chile- para más tarde permitir el restablecimiento de la señal de American Network, Ritmo Son y Tv Chile, en el caso de esta última, debido a las presiones del Gobierno chileno.
"Los medios de comunicación independientes de Venezuela no solo confrontan ahora la negación para el acceso a la información pública, la guerra económica, las amenazas, atropellos, imputaciones y cárcel contra directivos y periodistas. También se utilizan desde las estructuras oficiales sofistiados sistemas dedicados a la contra-información y destinados a confundir a la mayoritaria disidencia popular", recoge el comunicado.
Cortesía: El País