La Policía confirmó este mediodía la captura de parte de una banda criminal que secuestraba y mataba a campesinos de zonas alejadas de Huánuco y de Pasco para extraer, de forma artesanal, la grasa de sus cuerpos. Hilario Cudeña Simón, Segundo Castillejos Agüero, Marcos Veramendi Príncipe y Enadina Estela Claudio son las personas que el lunes pasado cayeron en la ciudad de Huánuco. Eran seguidos desde inicios de noviembre.
De acuerdo con la Policía, el cabecilla de esta banda es Cudeña Simón, quien confesó los crímenes y trató de justificarlos alegando que se trata de una tradición andina que alude a un demonio que mata para robar la grasa de sus víctimas.Sin embargo, admitió que enviaba a Europa la grasa corporal, donde se utiliza para la fabricación de cosméticos y lubricación de máquinas. Recibían hasta 15 mil dólares por litro.
En la casa de este delincuente en Huánuco que la Policía allanó esta semana se encontraron 17 litros de grasa humana. Además, se halló un cadáver en una zona del Valle del Monzón que sería de Abel Matos, quien desapareció el mes de septiembre último. Según las denuncias que la Policía ha recogido en las zonas donde esta banda criminal operaba, al menos 60 personas habrían sido asesinadas en los últimos meses.
La Policía también informó que, de los otros siete miembros de la banda que aún están libres, tres han sido identificados: Carlos Veramendi Ramírez, Florencia Santa María Ponce y Kidt Vásquez Alvarado. A los detenidos ya se les denunció por el delito de homicidio con fines de lucro por la Fiscalía. No se determinó que este grupo haya traficado con órganos o que tenga vínculos con Sendero, como trascendió.
¿CÓMO EXTRAÍAN LA GRASA CORPORAL?
A semejanza de la novela El Perfume del alemán Patrick Süskind, los criminales colgaban los cuerpos descuartizados en ganchos de metal y derretían la grasa con el calor de unas velas, según explicó el jefe de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), Felix Murga, en una rueda de prensa.