Después de un amplio debate, el Pleno, conducido por la primera vicepresidenta, Cecilia Chacón de Vettori (GPF), aprobó por 55 votos a favor, 7 en contra y 11 abstenciones una propuesta que plantea modificar el Código Penal y los Códigos Procesal Penales de 1991 y 2004 para reducir el grado de alcoholemia a 0.25 cuando el conductor esté operando en transporte público de pasajeros.
Con una segunda consulta a los asambleístas la iniciativa fue exonerada de una segunda votación. Votaron a favor 69 congresistas y seis se abstuvieron.
La propuesta aprobada plantea que la pena privativa de la libertad por conducir en estado de ebriedad será de entre uno y tres años o con prestación de servicios comunitarios de setenta a 140 jornadas o inhabilitación, si el agente presta servicios de transporte público de pasajeros, mercancías o carga en general, con presencia de alcohol en proporción superior de 0.25 gramos-litro.
En el caso de que el conductor opere un vehículo motorizado y se le haya encontrado en estado de ebriedad con presencia de alcohol en proporción no mayor a 0.5 gramos-litro o bajo el efecto de estupefaciente, drogas tóxicas o sintéticas, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de seis meses ni mayor de dos años.
De igual manera, propone que la pena privativa de la libertad será no menor de un año ni mayor de cuatro si el delito resulta de la no observación de las reglas de profesión, ocupación o industria; y no menor de un año ni mayor de seis años cuando sean varias las víctimas.
También que el beneficio de la reducción de la pena, como lo establece el Código Penal, a los jóvenes de entre 18 y 21 años de edad no se aplique si el agente incurre en reincidencia.
El presidente de la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, Rolando Sousa (GPF), sustentó la propuesta señalando que ésta forma parte de una política general orientada a asegurar los valores de la seguridad ciudadana.
En tal sentido, planteó endurecer las penas en los delitos culposos cometidos en condiciones de ingesta de alcohol o efectos de estupefacientes, drogas tóxicas, drogas sintéticas o sustancias análogas.
Sousa Huanambal llamó la atención sobre la incidencia de accidentes de tránsito, cada año más creciente, con lamentables consecuencia en perjuicio de la vida y salud de las personas.
Dijo que en el 2008 se produjeron 6 mil 177 accidentes con resultados d 891 fallecidos y cinco mil 200 heridos; y que en relación al 2007 los accidentes se han incrementado en 13 por ciento.
Asimismo, señaló que la tercera causa de muerte de los peruanos es por accidente de tránsito provocado por conducir en estado de ebriedad.
Antes de la votación de la propuesta fueron descartadas dos propuestas, una presentada por el congresista Víctor Mayorga (GPN) para que sea devuelta a la Comisión de origen par un mejor estudio; y la segunda, por el congresista Carlos Bruce (AP), para que se vote por separado los niveles de alcoholemia. Él planteaba que sea uno gramo-litro si el agente opera en zonas urbanas y 0.5 en vías abiertas. La primera fue rechazada por 36 votos en contra y 36 a favor; la segunda, por 46 en contra, 26 a favor y 3 abstenciones.
Seguidamente bajo la conducción del Presidente del Congreso, Luis Alva Castro, el Pleno aprobó por 69 votos a favor y seis abstenciones el proyecto de ley a fin de establecer un régimen especial de jubilación para la sociedad conyugal y las uniones de hecho.