La propuesta para que el Estado compre toda la producción de hoja de coca del VRAE no cambiará la situación de pobreza del campesino cocalero y multiplicaría los cultivos ilegales en otras zonas del país, aseveró el jefe de la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Rómulo Pizarro.
"Si el Estado compra todo haríamos que más gente deje cultivos lícitos y pase a los ilícitos o tendríamos que frenar y ponerle barreras para que no lo hagan, mientras tanto la situación de pobreza de los cocaleros continuaría", manifestó.
Lo correcto, dijo, es fortalecer y potenciar el trabajo de las cooperativas zonales que brindan una oportunidad concreta de desarrollo al cocalero que quiere cambiar de actividad cosechando otros productos como el cacao, el café, entre otros.
Sostuvo que un claro ejemplo lo constituye el modelo que se aplica en la región San Martín, donde los campesinos agrupados en asociaciones (cooperativas) pasaron de tener cultivos ilícitos a convertirse en empresarios, que hoy exportan sus productos.
Consideró, en ese sentido, que el planteamiento del líder del Partido Nacionalista, Ollanta Humala, debe ser desestimado por no contribuir al desarrollo del campesino cocalero.
Estimó que el ex candidato presidencial reconvertirá su planteamiento porque sabe en la práctica no funciona.
"He conversado con él (Humala) y creo que su propuesta en este tema la va a mirar y reconvertir, porque si nosotros compramos no vamos a mejorar nada y vamos a promover los cultivos ilegales", expresó.
Remarcó que las empresas representadas por las cooperativas que congregan a ex productores cocaleros venden 135 millones de dólares en el Perú y exportan otros 100 millones de dólares.
"Y en el mismo VRAE existen dos cooperativas que funcionan con gran eficacia y habría que potenciarlas, entonces hay que invertir donde hay éxito", acotó.
Asimismo, consideró como una buena señal que se proponga la creación de una comisión que investigue una posible infiltración del narcotráfico en el Congreso.
Sin embargo, consideró que el pacto ético firmado al más alto nivel constituiría la máxima expresión de la voluntad de los partidos y del gobierno de hacer frente a este flagelo.
(CORTESIA: ANDINA)