Es tanta la necesidad, y tan tardía la llegada de ayuda para algunos sectores urbano-marginales afectados por el terremoto del pasado miércoles 15 de agosto, que centenares de damnificados optar por apostarse en la Carretera Panamericana Sur o en las afueras de los centros de abastos de Ica, para realizar saqueos, informó a Radio Uno, el periodista Renán Palacios desde el lugar del desastre.
Los pobladores arremetieron el pasado fin de semana contra varios centros de expendio de alimentos y tiendas comerciales, como el mercado Alejandro Toledo y el Mercado Modelo ocasionando que estos cierren sus puertas y atiendan de forma parcial.
Estos actos vandálicos también se registran continuamente en la Carretera Panamericana Sur, a la altura de Subtanjalla, donde los pobladores agobiados por la sed y el hambre arremeten contra los vehículos que transportan alimentación y abrigo.
Otra de las causas que lleva a centenares de damnificados a cometer actos vandálicos es la concentración de ayuda en Pisco, zona más afectada, descuidando las zonas marginales también fuertemente azotadas por el terremoto.
Por otro lado, la tristeza invade las calles iqueñas, la población continua removiendo los escombros de viviendas y edificios, buscando bajo los muros y techos caídos los restos de sus familiares o algunas pertenencias.
En medio de terribles escenas de dolor y consternación de los deudos se vienen realizando las exequias de centenares de victimas en el cementerio general de Ica, teniendo los deudos que lidiar con los elevados precios de los ataúdes.
En esta trágica situación campean el desorden en el reparto de ayuda y el aprovechamiento algunas familias que vuelven a ser atendidas. Acciones de responsabilidad integra del Gobierno Central y las autoridades locales, quienes no han logrado constituir comités de ayuda "organizada".
Para evitar saqueos desmanes, los entes miembros del Sistema Nacional de Defensa Civil, y el Instituto Nacional de Defensa Civil como organismo rector, deben realizar una repartición equitativa y organizada de las donaciones no basta con llenar de militares la zona, ni declarar toque de queda, sino una oportuna acción de las autoridades de turno.
