De Ripley. Gran malestar entre los tacneños y autoridades locales ha causado la actitud y postura asumida por el presidente regional de Tacna economista Hugo Ordóñez Salazar , quien olvidando la declaratoria de emergencia a nivel nacional como consecuencia del terremoto; no se inmuta ante la necesidad y apoyo urgente que requieren nuestros hermanos de la región Ica, quienes viven una verdadera tragedia al haber sufrido la pérdida de familiares y amigos, destrucción de la ciudad y desabastecimiento de productos de primera necesidad.
Cuando se pensaba que el representante de la región se iba a reunir con los integrantes del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) , dicha autoridad determinó realizar una reunión de urgencia en el Centro Cultural Jorge Basadre Grohmann pero no para analizar el desastre de este movimiento telúrico sino que muy por el contrario prefirió firmar un convenio con Foncodes ;para luego dirigirse hasta el hito 1 con el propósito de verificar si realmente las patrulleras chilenas se encontraban monitoreando mar territorial peruano.
Esta reacción increíble del economista Hugo Ordóñez Salazar es una vergüenza y deja mucho que desear puesto que Todo Tacna se encuentra a la espera la convocatoria de su presidente regional para iniciar la campaña de ayuda humanitaria y solidaria a favor de los damnificados de Ica, mientras que este personaje da importancia a temas que en este momento no son trascendentes.
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Los vecinos de Tacna efectuaron un llamado a la máxima autoridad regional para que recapacite y comience de una vez a encabezar la ayuda benéfica a las zonas de emergencia producto de desastre, ya que no es posible que cuando todas las regiones del país con sus presidentes regionales al frente se han puesto la mano al pecho y han comenzado a enviar su ayuda, como departamento nos estemos quedando atrás.
Sumamente preocupados, dijeron que no debemos olvidar que apenas se produjo el terremoto del pasado 23 de junio del 2001, la hermana ciudad de Ica no escatimó esfuerzos para entregarnos su apoyo moral, solidario y material; por lo que es nuestro deber darles la mano en esta ocasión.