(Cortesía Europa Press).- El gobierno de la Región Autónoam Uigur de Xinjiang, en el noroeste de China, acusó hoy al Congreso Mundial Uigur de estar detrás de los violentos disturbios registrados ayer en la capital regional, Urumqi, en los que, según el último balance oficial murieron 140 personas y más de 800 resultaron heridas.
Según informó hoy el gobierno regional de Xinjiang, al menos 140 murieron y otras 828 resultaron heridas en los disturbios, protagonizados, de acuerdo con los testimonios recogidos por Xinhua, por jóvenes de etnia uigur, mayoritaria en la región, que agredieron a personas de etnia han, la mayoritaria en China.
De acuerdo con uno de los testigos, Wang Yaming los manifestantes "salieron a la calle llevando cuchillos, bastones, ladrillos y piedras, y no de forma pacífica", mientras que un taxista relató a la agencia oficial que fue asaltado por unos 20 jóvenes con bastones que le golpearon, le robaron el móvil y destrozaron la ventanilla de su coche.
Los manifestantes golpearon a los peatones del grupo étnico han, y destrozaron autobuses con palos y piedras, según explicó un periodista de Xinhua –según las autoridades 30 autobuses y vehículos oficiales quedaron destruidos–. Además, incendiaron un hotel cercano al edificio de oficinas del comité regional de comercio exterior.
En un comunicado, el gobierno de Xinjiang reveló hoy que las investigaciones iniciales muestran que los incidentes fueron planeados por el Congreso Mundial Uigur, encabezado por Rebiya Kadeer, conocida empresaria que fue detenida en 1999 por atentar contra la seguridad nacional y puesta en libertad bajo fianza en marzo de 2005 para recibir tratamiento médico en Estados Unidos.
"Los disturbios violentos son crímenes premeditados, organizados y violentos. Están instigados y dirigidos desde el extranjero y ejecutados por personas que se encuentran fuera de la ley en el país", denuncian las autoridades regionales, que acusan al Congreso Mundial Uigur de haber instigado los incidentes a través de internet instando a sus seguidores a "ser más valientes y hacer algo grande".
Según explicó hoy el presidente de la región, Nur Berki, todo viene motivado por un enfrentamiento entre trabajadores de etnia han y uigur en una fábrica de juguetes en la provincia de Guangdong (sur) el 26 de junio. En la pelea, desencadenada por la agresión sexual a una trabajadora han por parte de un colega de etnia uigur, murieron dos hombres de esta minoría étnica, mientras la policía continúa investigando el incidente.
Anoche, empezó a difundirse información por internet instando a participar en una manifestación en la Plaza del Pueblo y la Puerta Sur de la ciudad de Urumqi, según Nur. Así las cosas, los manifestantes salieron a la calle a las 19.00 horas y sus concentraciones desembocaron en actos violentos de destrozos, saqueos, palizas e incendios en algunos lugares, explicó.
Entretanto, la calma parece estar volviendo poco a poco a Urumqi. Según informa la agencia oficial Xinhua, los controles de tráfico se han suspendido parcialmente en Urumqi –a excepción de dos calles cercanas a la Universidad de Xinjiang– así como en Ningxiawan, en los suburbios de la ciudad,, aunque todavía persiste la tensión.
En las últimas horas, los trabajadores municipales han limpiado las calles de escombros y el tráfico ha sido restablecido, mientras siguen retirando los vehículos destrozados de las calles más afectadas por los incidentes en la ciudad. No obstante, la mayoría de las tiendas permanecían cerradas esta mañana en las zonas donde tuvieron lugar los incidentes. Mientras, la Policía armada está patrullando las calles que todavía están bloqueadas.