Más cuatro años han transcurrido desde aquel trágico 11 de octubre, cuando un bebé perdió la vida y otro quedó en estado vegetal, debido a una negligencia médica cometida en el servicio de Gineco Obstetricia del Hospital Regional Hipólito Unánue, a pesar de las múltiples denuncias realizadas y el proceso legal que se lleva adelante, las acongojadas madres aún no encuentran la justicia que vienen exigiendo.
Como se recuerda, Tioddy Anayda Marón Champi (16), llegó hasta el nosocomio para tener a su bebé, sin embargo, comenzó a sentir extraños dolores, después que el personal técnico le administró una enema.
Tioddy tuvo que ser sometida a cesárea, pero lamentablemente no se pudo salvar la vida de su bebé.
El segundo caso se presentó el mismo día, cuando Elia Espíritu Mattos (32), llegó al nosocomio con los síntomas de parto y dio a luz a una bebé, a quien le diagnosticaron convulsiones y asfixia grave. La niña está actualmente en estado de coma.
En ambos casos se determinó que las medres recibieron una enema con formól, lo cual produjo los daños a los bebés y dejó graves lesiones en ambas madres, quienes hasta la fecha han tenido que ser sometidas a más de seis operaciones.
NO ENCUENTRAN JUSTICIA.
Las denunciantes, indicaron que a pesar que la sentencia emitida el 13 de agosto del año 2008, determinaba como responsable del hecho a la técnica en enfermería Rosamelia Sánchez Quenta, a quien se le impuso una condena de cuatro años de pena privativa de la libertad suspendida, así como el impedimento para ejercer la profesión por el mismo periodo.
El Poder Judicial, dispuso además el pago de 140 mil soles en forma solidaria con el tercero civil responsable, el hospital Hipólito Unánue, sin embargo esta decisión fue apelada, sin que hasta el momento se logre una respuesta favorable.
Por su parte el director del hospital Hipólito Unánue, Jaime Miranda indicó que el proceso se encuentra en la vía judicial y es materia de observación del área de asesoría legal del nosocomio.