En su noveno día de paralización la población tacneña dejó en segundo plano la lucha por la intangibilidad del canon minero, que según la aprobación de la Ley 2713 redistribuye los recursos para Tacna y Moquegua en base al valor de venta del mineral concentrado y no al material removido.
Ahora el pedido de todo un pueblo herido, por la represión policial del ejército además de la muerte de dos tacneños, es recuperar sus aguas para el desarrollo de la agricultura en los pueblos más olvidados de esta región que vive del cultivo de sus tierras.
Si bien es cierto el Gobierno refiere que el agua es de todos los peruanos, por algo Dios -o la naturaleza para los agnósticos- en su gran sabiduría creo las lagunas de donde se extrae agua para la minera Southern Perú en la región Tacna, donde un buen número de humildes pobladores viven gracias a los frutos que le da esta tierra bendita.
Tras la declaratoria de Emergencia en Tacna ordenada por el Presidente de la República Alan García Pérez, lo cual causó -en un primer momento- gran malestar en un sector de la población que tomó las calles como protesta, hoy los tacneños más unidos que nunca y de forma pacífica realizan un masivo cacerolazo medida que continuará en los próximos días.
La mañana de hoy algunas vías fueron bloqueadas con piedras y quema de llantas, en tanto las calles de la ciudad continúan desabitadas, la gente camina a pie y hay presencia de algunas unidades de taxis y no se nota la presencia de transito urbano.
Los centros de abastos atienen las primeras horas y luego cierran sus puertas, los terminales terrestres permanecen cerrados y algunos locales privados atienden a puertas cerradas o semiabiertas.
Cabe indicar que a pesar de las explicaciones que dan los medios de comunicación, locales y nacionales, respecto a la declaratoria de Emergencia en Tacna, el cual restringe algunos derechos constitucionales de la población, muchos de los manifestantes no saben en si lo que esto significa.
El pedido de la mujer tacneña a la comunidad es de mantener la calma y de continuar las protestas pacíficamente para que la violencia no cobre la vida de otra persona, además exhortaron a los padres de familia a controlar a sus hijos ya que la mayoría de detenidos por desmanes fueron menores de edad.
