Era el principal sospechoso del crimen ocurrido en 2016. Tras su captura fue llevado a la provincia andina para la reconstrucción de los hechos. Se conoció que, este sujeto también estaba implicado en delito de abigeato ocurrido en Ticaco.
Cayó por robo de celular a la víctima. (Foto: Radio Uno)
Horrendo Crimen. Teodora Roque Quispe (73) fue ahorcada en su vivienda en la provincia de Tarata, el cuerpo además presentaba restos de semen. El hecho ocurrió el 7 de junio del 2016.
ASESINO. La PNP capturó a Julián Gutiérrez Chambilla (43), identificado como sobrino lejano de la mujer. Este sujeto presentaba una orden preliminar de detención al ser sindicado como el principal sospechoso del hecho.
Y es que, en su poder llevaba el celular de la víctima del cual realizó numerosas llamadas incluso el mismo día del asesinato. Al ser levantado el secreto de las comunicaciones e interrogado, terminó admitiendo el hecho de sangre.
Al momento de ser sacado de las instalaciones de la Central Operativa de Investigaciones Criminal- DIVICAJ (comisaría 24 de Junio- cono sur) Gutiérrez fue interceptado por Radio Uno y afirmó estar arrepentido.
Gutiérrez fue encaminado a la provincia de Tarata para la reconstrucción del crimen, esto fue ratificado por el colaborador Israel Rivera en la provincia andina, quien además, mencionó que la mujer se desempeñaba como cuidadora de cultivos de terceros, y en aquella ocasión laboraba custodiando la chacra de una persona apellidada Ururi.
Además, recordó que Gutiérrez fue sindicado como autor del robo de burros en Ticaco ocurrido el 20 de marzo de 2017.
En aquella ocasión –contó el corresponsal- la población expresó su malestar con la labor que desarrolló el fiscal a cargo ya que, “un poco más y solicita el acta de nacimiento y tarjeta de propiedad de los animales”. Los agricultores al no poder demostrar con documentos ser propietarios, el sujeto fue considerado como comprador más no como autor, siendo dejado en libertad.
Son innumerables los crímenes cometidos en Tarata, pero a la fecha este es uno de los pocos que fueron resueltos, dijo.
“En Tarata estamos en la tierra del lejano oeste, vienen matan a uno y pulverizan a otro como si nada”, comentó.
