Félix Murillo, ex jefe del INEI, cuestionó el Censo realizado y al Ejecutivo Central por designar tal responsabilidad a alguien que no fue designado como titular de manera oficial, sostuvo.
Cuestionó la forma en la que se llevó adelante el Censo.
“Los eventos ocurridos son muy graves, hace poco estuve en San Isidro. Analizando la cartografía, tenían unas 700 viviendas; cuando estos jóvenes hicieron un pre recorrido había 1050 viviendas. Unas 280 a 290 más, ellos solicitaron al INEI que enviaran más material y personal, pero no remitieron nada; entonces hay un 37% de vivienda que no habrían sido empadronadas, esto es grave”, manifestó Félix Murillo quien fuera jefe del INEI.
Para el ex funcionario del Instituto Nacional de Estadística, “hay una crisis enorme que está afectando la credibilidad del sistema estadístico, nunca ocurrió esto, excepto el 2005 que el censo fue tan mal que hubo una tasa de omisión que bordeó el 18% y ese censo tuvo que considerarse como nulo”.
Refirió que la convocatoria del personal fue muy tarde, “se le trato de convocar ofreciéndole un pago y se les daría una semibeca en el INEI, pero cómo si el INEI tiene unas 60 sillas en sus aulas. Noto una cierta ligereza en Víctor Aníbal (ex jefe del INEI), quien fue mi director de estadística en el INEI y fue director del Censo en el departamento de Loreto en 1993 y lo hizo relativamente”.
Finalmente criticó al Ejecutivo Central al encargar el Censo 2017 a Víctor Aníbal. Mencionó que el proceso de selección del Jefe del INEI quedó suspendido con cinco ganadores de concurso entre ellos su persona, “por una razón esta bloqueado en una notaría. Aníbal es solo encargado, no titular, lo que da pena es cómo encarga el Gobierno tan grande responsabilidad a una persona que no es titular”.
