VIGENCIA DEL PENSAMIENTO DE DON JORGE BASADRE
Por: Antrop.Silvia Munárriz O'Phelan.
El pensamiento y la coherencia de sus actos frente a su éste, han hecho de Don Jorge Basadre Grohmann el tacneño mas ilustre del siglo XX; esa forma de encarar la vida como un hombre íntegro que decía lo que pensaba y hacia lo que decía nos lo muestra en su magistral condición humana, magistral por que nos enseña y nos deja un gran legado moral en su pensamiento y en su obra, además de lo cotidiano de su vida como un predestinado a la inmortalidad, en el sentido que de ésta nos habla José Ortega y Gasset, la inmortalidad se gana con la trascendencia de la temporalidad física de nuestra vida. Basadre fue de los que mueren para vivir eternamente.
Su pensamiento se encuentra plenamente vigente; así como al parecer continúan los grandes males del país y de las acciones humanas que los profundizan y exacerban , a ello debe obedecer el hecho de que se le rinde periódicos homenajes, pero no se insiste en leer su obra, en conocerlo no sólo en su condición de brillante erudito en los campos de las ciencias sociales, como el hombre que nos ha legado la síntesis de nuestra historia republicana, sino que se lo obvia en la transmisión del pensamiento y la acción del hombre moral, tan clamorosamente necesarios en nuestros días.
Se dice que el hombre es el ser que se elige, se decide y se programa a si mismo, gracias a la educación. En el sentido más amplio del término la pedagogía implica un enseñar a pensar; y mejor aún, a desarrollar un pensamiento crítico que nos permita conducirnos en la vida, en el entorno social y natural y con el signo de los tiempos que nos toca vivir. También la educación nos debe llevar a la autorrealización personal, el maestro forma y el educando se transforma (la elección es personal). Esto será posible sólo si entendemos el aprendizaje sencillamente como la formación de estructuras mentales tan simples como los hábitos o secuencias de hábitos, o el mero trasvase de información que debe ser repetida con la maquinal exactitud del robot, o la simple adquisición de conocimientos, el aprendizaje debe formar estructuras más complejas de pensamiento, como la conciencia moral, la imagen de si mismo, el sentido de nuestra vida, los rasgos e intereses que deben prevalecer y fundamentalmente de una concepción del mundo.
Por todo lo expuesto encontramos en Basadre, escritos como “En busca de mi propio camino” y es aquí donde nos dice entre otras cosas las siguientes: “Al ingresar a la vida ciudadana nos encontramos con un Perú frío, hostil: No había lugar para la juventud honesta. Instituciones tradicionales como el Parlamento, sufragio, municipio languidecían. La libertad de prensa no existía. Imperaban el servilismo, los enriquecimientos veloces, la obsesión materialista (la razón instrumental sobre la razón humanística). La universidad era muy deficiente desde el punto de vista académico y vivía lánguida con escaso apoyo del estado ¿A dónde volver la mirada en busca de algo mejor? Soñé a pesar de todo en una fórmula de construcción nacional y social para un Perú de más alto nivel de vida, con un Estado técnico, un país progresista, un pueblo atendido, cuidado, entusiasta y creador.
Cuando leemos la percepción del joven Basadre frente a la situación política nacional nos damos cuenta de que siguen inmunes a toda terapéutica los grandes males del país, pero no nos debe ganar la desesperanza y no podemos en ningún momento traicionar la actitud de vida del Maestro hay que apostar a futuro, el hombre no solamente es él y su circunstancia, el hombre es siempre más que su circunstancia. Y nos deja la siguiente lección:
“Lo que realmente importa en la vida”
“A la larga, lo que importa en la vida y en la obra, es ser leal consigo mismo, proceder de acuerdo con el fondo “insobornable” que todos llevamos dentro. Hay que considerar en toda su importancia al hombre a solas frente a las sectas, frente a los dogmas, frente a los despotismos, frente al anhelo de figuración y frente a la sed de riqueza.
Lo que más urgente necesitamos todos es no desmoralizarnos. La más insidiosa debilidad ahora es la debilidad de la cobardía, ante la falsificación de valores, ante la mentira, ante el mercado negro de lo espiritual. Lo por que puede pasarle a la generación nueva es la prostitución”.
Y puesto en claro lo que realmente importa en la vida nos da normas para conducirnos en esta vida.
Mantener la independencia personal “más preciosa es la libertad que la dádiva porque se pierde”; tener los ojos muy abiertos, percibir cuando se cae en desaciertos, no insistir en la necedad, dedicarse al estudio por el disfrute de una necesidad esencial, parte de la existencia propia, vivir en permanente estado de alerta intelectual, aprender a morar con uno mismo, reconociendo nuestras imperfecciones, preocuparse más por los trabajos propios que criticar los ajenos, no imitar a quienes comienzan y nunca acaban” en esto último nos hace recordar a José Carlos Mariátegui cuando nos dice “el hombre siempre llega, para partir de nuevo”. Nos insta también Basadre a no imitar en la vida y en la obra, la mala intención, lo malévolo. Y para los estudiantes, profesionales y también para los demás segmentos de la población nos dice que debemos sentir una desinteresada curiosidad intelectual permanente, que no se pueda vivir sin ella, tomar la vida en un sentido diferente a lo expuesto sería una forma de muerte.
El conocimiento de la valía de cada uno de nosotros nos debe llevar a una modestia orgullosa (ni vanidosos, ni serviles), esto nos dotará de una gran paz espiritual que es más valiosa que cualquier éxito mundano, lo mejor de nuestras vidas es tener la conciencia tranquila.
Lo que todo joven de modo imperativo debe leer e incorporar a su actitud de vida es su mensaje a la juventud dado en 1946 ante la Unión de Estudiantes Católicos.
“La primera cosa que tiene que hacer toda auténtica juventud es aprender a no venderse, nada más grave para el futuro y la salud moral de una nación que una asamblea de pusilánimes o aprovechadores venales cuyo lenguaje común es tratarse como respetables”.
El deber del joven es la decencia substancial, se la construye y sostiene cuando se guarda indiferencia frente a lo subalterno, de segundo orden; para lograr esto, el paso previo es determinar las decisiones según las inclinaciones y según éstas jerarquizar los intereses para determinar lo subalterno y aquí volvemos a la construcción de aprendizajes.
El país está enfermo de consentir, la impunidad se enseñorea en todos los niveles de decisión de nuestro Perú, y ha calado tan hondo que nos hemos hecho indiferentes ante ella, porque también campea en lo trivial y lo cotidiano.
Nos dice Basadre que hay que aprender a decir no en contra de uno mismo, será el mejor acto que podamos ejercer”. Si los jóvenes sólo saben decir sí, han perdido su propia naturaleza, ser joven es ser rebelde, en el sentido conductor hacia el progreso que encierra el término, por eso nos dice “si en el espíritu de la nueva generación predomina la tendencia a decir que si, hay que sospechar que la decadencia colectiva es tremenda”.
Pero es de inteligentes saltar de la protesta a la propuesta, se debe decir no, para afirmar un si constructor que haga avanzar la sociedad, nada tan difícil y que requiera de mucha valentía como el ser hombres que afirmen y no solamente nieguen. “Sobre las ruinas de lo que se niega hay que fundar lo positivo”.
Esta fundación de lo nuevo recaerá en hombre dignos y Don Jorge Basadre mencionando a Chesterton nos dice que hay que entender la libertad con el nombre de dignidad humana ya antes Kant decía que ser persona es sinónimo de libertad entonces ser digno es ser libre. La aspiración de un mundo mejor es el grito de los movimientos juveniles que se afirman como personas dignas y libres contra la globalización que nos mercantiliza y nos cosifica en nuestra condición humana, tiene que tener como voluntad y aspiración la dignidad y la libertad de otro mundo posible para una humanidad mejor.
El Maestro en el Mensaje a la Juventud nos ha legado un testamento moral, herencia que debe ser recibida, acrecentada y trasmitida a su vez por los jóvenes como el mejor tributo de homenaje que la juventud de Tacna puede hacerle al maestro.
Finalmente recordemos algunas de sus sabias enseñanzas:
“Quien no es religiosamente honrado en su soledad, frente o consigo mismo, por muy sonoro alarde que haga de honradez, se entregará fácilmente a la rapiña individual y a todo lo peor con tal de acceder al poder. Lo que es un hombre en su intimidad, esto es lo único que es”
“El saber es como la riqueza, fecundo cuando está al servicio del hombre, peligroso cuando está al servicio de si mismo”.
“No es el número de escuelas, ni la cantidad de escritores lo que valoriza a un pueblo, sino la calidad de sus hombres y la naturaleza de su cultura, la sabiduría del corazón. Es el corazón el que está en el centro del hombre total”.
