"He mostrado mi mejor predisposición a declarar y dar algunos elementos para coadyuvar en el esclarecimiento de estos hechos. Yo, a partir de desde este momento, ya no voy a contestar ninguna pregunta… a partir de este momento, ya no declaro más", fueron las últimas palabras que pronunció el ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos al término de su manifestación en el juicio por crímenes de lesa humanidad entablado al dictador Alberto Fujimori Fujimori.
De esta manera, el siniestro personaje dejó claro que no volverá a pronunciarse sobre las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta y el grado de responsabilidad que tendría el ex mandatario Fujimori en ambos operativos.
Asimismo, comunicó que no volverá a abandonar su celda, en la Base Naval del Callao, para retornar a la Diroes (Dirección de Operaciones Especiales de la Policía Nacional del Perú), lugar donde se lleva en mencionado juicio.
Montesinos argumentó que tiene la obligación de declarar en el proceso judicial que se le sigue en la Primera Sala Penal Especial por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, según se lo permite la ley.
Según dijo, ahora declarará en causa propia y la Primera Sala Penal Especial de la Corte Suprema puede solicitar el traslado de su testimonio hacia el proceso que le sigue Fujimori Fujimori o, caso contrario, tras terminar su declaración en el proceso que se le sigue por el mismo caso estaría dispuesto a volver a presentarse en la Diroes.
El abogado de la parte civil, Ronald Gamarra, consideró que, como testigo propio o impropio, Montesinos tiene el derecho a guardar silencio pero debió anunciarlo al principio de la audiencia. A su parecer, el ex asesor aprovechó la oportunidad para limpiar al acusado y luego negarse a responder las preguntas de las otras partes procesales.
Estela Valdivia, abogada de Montesinos Torres, reclamó ante la declaración del abogado Gamarra pues su patrocinado asistió al juicio contra Fujimori dejando de lado una diligencia judicial en su contra realizada a la misma hora, en la Base Naval del Callao, referida a su presunta participación intelectual en la muerte extrajudicial de 14 terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) durante el rescate de los 72 rehenes de la residencia del embajador de Japón en 1993.
(Con información de Radio Programas del Perú)